(19/7/07 – Agencia CyTA-Instituto Leloir. Por Bruno Geller y Florencia Mangiapane)-. En su reciente paso por la Argentina, el periodista, realizador y catedrático español Bienvenido León conversó con Agencia CyTA. León encabezó el jurado de CINECIEN 07, el capítulo argentino del 3° Festival de Cine y Video Científico del MERCOSUR, organizado por el Instituto Universitario Nacional de Arte (IUNA) y la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva (SeCyT). Invitado por la SeCyT y Canal Siete, también dictó dos veces un taller intensivo sobre guión y documentales científicos, un espacio de formación que reunió a más de un centenar de participantes en las instalaciones del canal.

Es doctor en Ciencias de la Información y enseña las materias Producción Televisiva y Divulgación Científica Audiovisual en la Universidad de Navarra. Sus documentales para televisión han recibido varios premios internacionales, como los de mejor documental en los festivales de Cartagena de Indias (Colombia) y Cuzco (Perú). También es autor del libro “El documental de divulgación científica” y dirige desde su creación los festivales internacionales Telenatura y Urban TV.

-¿Qué lo motivó a dedicarse al documental científico?

-Fue de pura casualidad, porque había trabajado como periodista en televisión durante bastantes años, y había hecho algunos documentales, pero no sobre ciencia, sino sobre otros temas. Hace unos quince años estaba haciendo mi tesis doctoral sobre los documentales, y no estaba pensando en la ciencia, y cuando creía que estaba por terminar, después de tres años de trabajo, mi director de tesis me dijo: “Aquí te falta un ingrediente, que es la comunicación de la ciencia”. Y yo pensé: imposible. ¿Cómo voy a dedicarme otros dos años más a la comunicación de la ciencia? Entonces me puse en contacto con David Attenborough, que es un hombre famoso; le escribí, me contestó y se mostró encantado de ayudarme, pasarme materiales y darme entrevistas. Así que me entusiasmé y seguí trabajando en esta área.

-¿Qué le gustó del trabajo de Attenborough?

-Al estudiar su trabajo y hablar con él, me di cuenta de que es uno de los mejores divulgadores que existen. Es una persona que tiene muy bien asumida una serie de formas de trabajar, técnicas narrativas y demás, que hacen que sea un divulgador magistral. Y además de ser un gran profesional, es una persona que ha reflexionado mucho sobre su trabajo.

-Usted tiene una amplia experiencia en la producción de informativos en España. ¿Qué lugar ocupa la ciencia en la televisión? ¿Cómo se llevan la ciencia y la televisión?

-Bueno, la ciencia y la televisión en general se llevan mal, porque tienen una serie de elementos que hacen que a veces no se entiendan, por varias razones, que sería un poco largo de explicar. Por un lado, tienen fines distintos: la ciencia busca en principio el avance del conocimiento y la televisión tiene como objetivo despertar sensaciones y emociones, o sea que ahí chocan. Además, la televisión hoy en día es sobre todo entretenimiento, mientras que la ciencia se dedica al avance del conocimiento. Eso hace que de entrada la TV en muchos países no le dé gran cabida a la ciencia, como sucede por ejemplo en España, donde le da poca cancha. Sin embargo, hay muchos países donde al cabo del tiempo la gente de la TV se ha dado cuenta de que cuando se producen materiales de calidad, se los programa con tiempo y se acostumbra a la audiencia a ese tipo de contenidos, esos materiales funcionan magníficamente, incluso mucho mejor que otros productos.

-Para que un documental sea atractivo y salga al aire, ¿tiene que haber una negociación entre la ciencia y la televisión?

-Bueno, cuando se consigue hacer un buen producto, se programa con tiempo y se promociona bien, la cosa funciona. Y sin lugar a dudas, esto sucede en varios países. Lógicamente, la televisión pública es la que debería tirar de ese carro.

-¿Y en relación con los informativos, ¿qué lugar ocupa la ciencia?

-Hay varios estudios que hemos hecho últimamente sobre cuánta ciencia hay en los informativos de televisión, si sumamos todos los grandes apartados que tienen que ver con la ciencia, como Medicina y Salud, Medio Ambiente, y Ciencia y Tecnología, que suelen ser los tres típicos rubros de clasificación. En conjunto, ocupan en torno al 4 o 5 por ciento del tiempo de los informativos. ¿Eso es poco o es mucho? Ni poco, ni mucho. Es lo que es. Si lo comparamos por ejemplo con los deportes, que suelen tener un 20 por ciento, es poco, pero si lo comparamos con la política, que por lo general ocupa un 10 por ciento, más o menos, no sería tan poco. Son los resultados de un estudio que hicimos sobre los cinco países de mayor población de Europa: España, Francia, Italia, Alemania y Gran Bretaña. En España realizamos otro estudio recientemente y los resultados son muy parecidos.

-¿Diría de todos modos que la ciencia y la tecnología están ocupando más espacio en los medios que antes?

-Creo que sí. Es una tendencia que continuará en el futuro, precisamente porque las encuestas demuestran que a la gente sí le interesan mucho las cuestiones científicas. El problema es que a veces no se cuentan bien y cuando se cuentan mal, no solamente es una oportunidad perdida, sino que además se consigue generar un efecto rechazo. Una persona a la que le cuentan algo sobre ciencia y no lo entiende, la segunda vez dice: “No, yo de ciencia no entiendo”.

– ¿Qué historias interesantes encontró en América Latina para contar en documentales científicos y qué repercusión tuvieron en España?

-En Latinoamérica hice una serie hace unos diez años, que se titulaba “Fiestas populares de Iberoamérica”. Es una serie de contenido antropológico y precisamente tratábamos de que las fiestas que nosotros mostrábamos en esos documentales tuvieran también la presencia de antropólogos que explicaran los fundamentos, el significado antropológico. Hicimos trece fiestas y fue fantástico porque en ese sentido Latinoamérica tiene una riqueza absolutamente impresionante. El programa piloto fue sobre el encierro de los toros de Pamplona, como era lógico, porque éramos de allá, y luego hicimos una en cada país: Perú, Bolivia, México, etc. En la Argentina hicimos dos, por cierto: el Festival de Doma y Folklore de Jesús María, cerca de Córdoba, y una festividad religiosa en una localidad de La Rioja.

-¿Qué es más difícil, hacer un documental sobre temas de la naturaleza o sobre cuestiones sociales?

-Creo que cada especialidad tiene sus particularidades. No es que una sea más fácil o más difícil. La naturaleza tiene varias dificultades, sobre todo registrar las imágenes. Por supuesto, la dificultad inicial para los dos es saber contar, que no es tan sencillo. Hay que saber contar las cosas de manera que el espectador se enganche. Suponiendo que ya hemos pasado esa fase, en la naturaleza conseguir las imágenes es complicado, porque los animales no se leen nunca un guión, no hacen lo que uno quiere que hagan, hay que estar siempre pendiente, esconderse para capturar las imágenes. Es un proceso lento y costoso. Yo trabajo poco las cuestiones sociales, pero por lo que he visto la dificultad está en conseguir la autenticidad del material que se graba, que las personas se comporten delante de la cámara con naturalidad. Todo eso tampoco es nada fácil.

-Usted sostiene que la inquietud artística es constitutiva del documental. ¿A qué se refiere con eso?

-Creo que el documental no es un género que se contente o pueda llegar a contentarse con una serie de formas de hacer y de técnicas para construir un relato de manera mecánica. Se trata siempre de tener una inquietud de dotar a ese documental de un planteamiento creativo. Un documental tiene una intención artística, generalmente es una obra de arte y como tal hay que considerarla, no como una manera mecánica de reproducir la realidad. Esta es una idea que está presente desde los orígenes mismos del documental, sobre todo en los documentalistas británicos de los años 1920 y 1930. Allí se ve claramente esa inquietud artística.

-¿Qué ingredientes debería tener un documental para ser interesante?

-Primero, tiene que ser una buena historia. Si es una buena historia, seguro que va a enganchar al público. En segundo lugar, un conflicto fuerte, un problema fuerte que se presenta, y tercero, despertar sentimientos en la gente.

-¿Hay temas científicos que despiertan mas interés que otros en la audiencia?

-En general se considera que los que más despiertan interés son medicina y salud, lo cual es evidente porque a todos nos interesan, ya que nos afectan directamente; el segundo lugar se lo suelen disputar medio ambiente y astrofísica. Esos serían los tres temas que interesan más a la gente.

-¿Cuáles son los documentales que más le gustaron a lo largo de su vida?

-Hay tantos documentales fantásticos que es muy difícil quedarse con alguno. Voy a decir dos que me han gustado mucho: una serie del año 1995 producida por la BBC que se titula “La vida privada de las plantas”, de David Attenborough, y el segundo sería “El Universo elegante”, realizado por Nova.

-¿Cómo ha sido su experiencia de dar un taller intensivo en Canal 7 de guiones para documentales científicos?

-La verdad es que ha sido muy gratificante. Eran dos grupos heterogéneos porque había personas que venían del campo científico y otras del campo de la comunicación, cosa que siempre pasa en los talleres. La primera cuestión, y muy importante, es que fue un taller muy participativo, de personas con una altísima motivación, que aportaron mucho con sus comentarios, especialmente personas con una amplia experiencia en la producción, lo que me sirvió a mí también para aprender mucho.

-¿Qué importancia le atribuye a estos espacios de formación?

-Creo que es fundamental que haya formación. Si no hay formación, es muy difícil superar las maneras, las formas de narrar y producir que se utilizan, porque hay mucha retroalimentación dentro de cualquier país o comunidad. Uno ve cómo otros hacen lo mismo y al final se queda muchas veces en un círculo del cual es difícil salir, porque uno piensa que eso es lo que hay que hacer y que no existe otra cosa. A veces, cuando alguien ve otra cosa, no porque sea ni mejor ni peor sino porque es distinta, toma otra pista y recoge ideas que puede adaptar a su forma de trabajar, lo cual es fundamental.

-¿Qué expectativas tiene con respecto a CINECIEN 2007?

-Algunas de las producciones son de un nivel excelente, hacen un trabajo muy bueno desde el punto de vista de la técnica, la realización, la adaptación del contenido científico para un programa dirigido al público. He visto algunos programas que me gustaron mucho.

-¿Hay alguna diferencia entre documentales para la televisión y documentales para el cine?

-Creo que no hay mucha diferencia en cuanto a la forma de hacer un documental. Lo que sí ocurre es que algunos temas tienen menor entrada en las salas de cine, simplemente porque los distribuidores creen que esos temas no llevan al público a pagar una entrada. Por ejemplo, la inmensa mayoría de los documentales de la naturaleza se emiten por TV y no se exhiben en las salas de cine. También hay algunas experiencias de exhibición en salas de cine, por cierto con mucho éxito en algunos casos, pero son más programas sociales o documentales de autor, que algunos denominan “documental creativo”, una etiqueta que a mí no me gusta porque es un poco pedante y menosprecia de alguna manera al resto de los documentales, como si no fueran creativos. Pero a mí me parece que no es nada cierto porque creatividad hay en grandes dosis en muchos tipos de documentales de otros géneros.