(21/5/07- AgenciaCyTA-Instituto Leloir. Por María Cristina Chaler) -La matemática es la Ciencia de las Ciencias. El origen de su estudio se remonta a los egipcios, quienes ya entonces demostraban enormes avances tecnológicos en las construcciones, que aún hoy nos llenan de sorpresa.

Los mecanismos que usa el hombre para el estudio de las ciencias y la filosofía no son diametralmente opuestos, como afirma la creencia popular. La palabra filosofía significa amor al conocimiento, de modo que el filósofo es tan inquieto como el científico, se pregunta permanentemente los por qué y para qué, se cuestiona el origen y el fin del hombre y de la vida. Esas inquietudes lo mueven a investigar respondiendo y generando diferentes teorías orientadas según sus investigaciones y ciertamente teñidas por sus creencias o ideologías.

Todos conocemos que los primeros filósofos fueron excelentes matemáticos, geómetras, biólogos o astrónomos. Sócrates (470 AC – 399AC), filosofo griego nacido en Atenas, fue el fundador de la mayéutica o Método Socrático que se basaba en la inducción, es decir, un razonamiento puro mediante el cual se llegaba a la solución de los problemas haciendo preguntas a sus discípulos para dirigirlos hacia el punto de solución.

Este método aún lo aplican algunos docentes para hacer surgir del alumno aquellos conocimientos que se desean explicar. Así, el maestro o profesor formula preguntas diferentes sobre el tema a desarrollar, enlaza las respuestas con los hechos de la cotidianeidad y realiza un proceso que hace que el alumno vaya formando por sí solo el contenido que se quiere transmitir. Este procedimiento logra que el aprendizaje resulte mucho más efectivo y despierta el interés del alumno por el tema que se está tratando, ya que se establece un dialogo con al docente y la clase no se convierte en un tedioso monólogo.

El profesor, mediante el método inductivo, sólo profundiza, amplia y activa lo que el alumno posee internamente, pero para aplicarlo es necesario tener claro el fin que se persigue y los caminos para llegar a él. Esta inducción se basa en la lógica y para lograrla se debe generar una estrategia previa. La esencia de la misma es matemática pura.

El pensamiento matemático se une en algún punto con el pensamiento filosófico. El matemático tiene inquietudes sobre el mundo que lo rodea y busca su explicación haciendo cálculos y análisis que representen la realidad, tangible o no.

Mediante el estudio del análisis matemático se profundiza la comprensión de funciones en todas las dimensiones, no sólo usando el cuerpo de los números reales, sino también haciendo uso de los imaginarios. El matemático no estudia exclusivamente lo finito, sino que analiza el comportamiento funcional en el infinito tanto positivo como negativo. Por lo tanto, trasciende al mundo real y tangible y predice comportamientos en un mundo abstracto, muchas veces de múltiples dimensiones. Las funciones matemáticas y las operaciones algebraicas sirven para explicar fenómenos de la naturaleza tanto físicos como químicos.

Al matemático lo impulsa la búsqueda del saber y fortalece con sus cálculos los descubrimientos de otras ciencias. El hombre piensa y al hacerlo pone en marcha una enorme energía que destina hacia diferentes objetivos. El matemático es en parte un filósofo del pensamiento abstracto, pues trata, a través de los diferentes postulados y/o axiomas, ir concatenando sus saberes para conocer cada vez más.

La matemática es el cimiento de todas las Ciencias Exactas y su estudio desarrolla en el hombre el pensamiento abstracto, inductivo, analógico y deductivo. La esencia de la deducción la despierta el trabajo de pensar, y no es necesario ser científico para ello. Todo ser que piensa, deduce y genera estrategias, está usando los mecanismos que las matemáticas despertaron.

Podemos decir que esta ciencia es madre del resto de las ciencias, tales como la física, la química y sus derivadas, pues ellas hacen uso de sus recursos para fundamentar sus descubrimientos.

La Leyes se generalizan luego de la experimentación, pero la expresión de las mismas es matemática pura y muchas veces ciertos descubrimientos se realizan primero a través del Cuerpo de la Matemática, y luego de muchos años se verifican experimentalmente, como ocurrió por ejemplo con la Teoría de la Relatividad de Einstein.