Científicos argentinos descubrieron que la infusión más popular de la Argentina sirve para ver la vesícula y los conductos biliares y pancreáticos por dentro sin recurrir a una endoscopía, lo que permite detectar cálculos y tumores a través de una resonancia magnética. El nuevo método de diagnóstico, que llama la atención mundial, fue premiado en el último Congreso Argentino de Radiología y se está empleando en varios puntos del país por su alta precisión, comodidad y bajo costo.

(12-1-07 – Agencia CyTA-Instituto Leloir. Por Florencia Mangiapane) – Hasta ahora, para estudiar las vías biliares y el páncreas se realizaba un estudio bastante complejo e incómodo, denominado colangiografía endoscópica retrógrada, una técnica que requiere casi siempre anestesiar al paciente y que consiste en introducir un instrumento óptico por la boca hasta el duodeno, e inyectar en las vías biliares un medio de contraste con yodo, para poder ver los conductos a través de una radiografía, no sin riesgo de complicaciones.

Como método alternativo para analizar estos órganos, hace ocho años un equipo de la Fundación Científica del Sur, institución argentina de diagnóstico por imágenes centrada en la investigación radiológica, comenzó a utilizar –tal como se viene haciendo en otras partes del mundo- la colangiorresonancia, una técnica muy moderna y mucho menos invasiva, que se realiza en el departamento de Resonancia Magnética Digestiva de la Fundación.

Sin embargo, esta técnica tenía una dificultad: las señales que emite el líquido del estómago y el duodeno entorpecían la toma de imágenes, dado que se superponían a los conductos que se quería estudiar. Para resolver la cuestión, hace dos años los investigadores decidieron utilizar pulpa de piña como medio de contraste, pues la literatura internacional indicaba que podía ayudar a bloquear las señales indeseadas, gracias a su alto contenido de manganeso, un metal con propiedades paramagnéticas.

“La obtención de un buen medio de contraste oral era un problema mundial. En Estados Unidos y Europa un par de laboratorios fabrican una sal con hierro, pero es un producto caro, que acá no se vende. Eso fue lo que motivó que empezáramos una investigación buscando cosas más sencillas que pudieran resolver el problema”, contó a Agencia CyTA el doctor Mario Bruno, jefe del Área de Resonancia Magnética Digestiva de la Fundación Científica del Sur y uno de los autores del trabajo argentino.

¿Cómo apareció la yerba mate en escena? El equipo de especialistas estaba realizando las pruebas con unas 20 personas sanas. Les tomaban imágenes de las vías biliares y del páncreas con el resonador magnético, antes y después de beber 300 centímetros cúbicos de pulpa de piña. Para sorpresa de los médicos, en algunos casos la visualización de las cavidades era muy buena ya en la primera toma de imágenes.

¿Viveza criolla?

“Fue algo bastante fortuito. No entendíamos por qué tenían bloqueada la señal del contenido gástrico antes de que la hubiéramos neutralizado con jugo de piña. Al doctor Eduardo Martín, uno de los integrantes del equipo, se le ocurrió indagar qué pasaba y resulta que si bien estaban en ayunas, habían tomado un par de mates, sin autorización”, relata Bruno.

“Entonces se nos ocurrió pensar –continúa- si la yerba mate jugaba algún rol en esto que estábamos investigando, y efectivamente, días después, en un lote de pacientes en que administramos yerba mate, vimos que los resultados eran espectaculares, tan buenos o quizá mejores que los obtenidos con la pulpa de piña.”

De esta manera, los médicos reorientaron la investigación. Realizaron un nuevo estudio del que participaron 10 voluntarios sanos y 20 con dispepsia digestiva, un malestar que puede deberse a trastornos biliares o pancreáticos.

Al examinar a estos pacientes antes y después de ingerir mate cocido, llegaron a la conclusión de que la infusión de la Ilex paraguariensis -nombre científico de la planta- actúa como excelente contraste oral negativo en el aparato digestivo, porque tiene aún más manganeso que la pulpa de piña.

“La yerba mate tiene cierta cantidad de miligramos de manganeso por kilo. Como es una cantidad proporcionalmente alta, es suficiente para que ante la resonancia magnética haga un cambio de la señal y lo que es blanco pase a ser negro”, dice Bruno.

En el nuevo estudio, el equipo comparó dos marcas de yerba mate –una correntina y otra misionera-, con pulpa de piña, arándanos y un antiácido. “Cuando vimos que la yerba mate tenía mejores propiedades paramagnéticas y era más fácil de preparar que el jugo de piña, dimos por finalizada la investigación con esta fruta”, señala el doctor Bruno.

La calidad de las imágenes fue revisada por observadores externos especialistas en radiología, que certificaron la superioridad de las obtenidas con la administración de yerba mate. Luego, en la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA se realizaron dopajes comparativos de metales en los distintos elementos utilizados. La yerba correntina Playadito, que era más suave y mejor tolerada por los pacientes, resultó ser la de mayor contenido de manganeso, unos 55 miligramos por kilo.

Más beneficios para el paciente

El avance obtuvo el primer premio en categoría poster en el último Congreso Argentino de Radiología. El nuevo método es totalmente inocuo y resulta mucho más preciso, rápido y económico que la colangiografía endoscópica retrógrada tradicional.

“La colangiorresonancia con yerba mate es una herramienta diagnóstica formidable, que ha suplantado a la endoscopía en el estudio diagnóstico de vesícula, vías biliares y conducto pancreático, porque permite definir con mayor exactitud la normalidad o patología de las imágenes obtenidas, como cálculos o tumores”, comenta Bruno.

Cabe aclarar, sin embargo, que la endoscopía sigue siendo importante como método terapéutico, por ejemplo, para extraer cálculos de la vía biliar.

Pero el equipo ya imagina ampliar los horizontes del método. “Estamos proyectando nuevos estudios hacia intestino delgado y colon, u otro tipo de áreas, pero son todos proyectos a desarrollar. También analizamos organizar un estudio cooperativo con pacientes de hospitales de Capital Federal y Gran Buenos Aires Sur, para la investigación clínico-radiológica de ciertos tipos de enfermedades agudas del páncreas y la vía biliar, a fin de estimar cuánta ayuda brinda al diagnóstico esta herramienta que creamos”, expresa Bruno.

Los creadores de la colangiorresonancia con yerba mate están tramitando la propiedad intelectual del invento por tres años, pero creen que patentarlo tendrá sus dificultades, porque la idea original enseguida tomó estado público.

“Hasta desde el punto de vista folklórico, la yerba mate es muy atractiva. Tuvimos entrevistas con la BBC de Londres, y otros medios europeos y latinoamericanos. También sabemos que el método se está empezando a utilizar en algunos centros médicos de nuestro país, en La Plata, Córdoba y Santiago del Estero, por ejemplo. Justamente lo dimos a publicidad con el objetivo de aportar una herramienta que mejore el diagnóstico de los pacientes que se hacen una colangiorresonancia”, concluye el especialista.