Profesionales de la Universidad Nacional del Sur dan una respuesta ecológica al problema de la disposición de los residuos verdes urbanos transformándolos en un abono orgánico estabilizado mediante el proceso de compostado. Estudian extender el proyecto a todo el ámbito de la ciudad de Bahía Blanca.

(22/09/06 – Agencia CyTA-Instituto Leloir – Por Irene A. Maier CIC) – Transformar un perjuicio en ventaja ha sido la ingeniosa propuesta de un grupo de profesionales del Departamento de Agronomía de la Universidad Nacional del Sur (UNS). El punto a resolver es cómo sacar partido de los voluminosos desechos vegetales, que ascienden a varias toneladas mensuales, producto de los cortes de césped y arboledas en los espacios públicos.

No es conveniente depositar los desechos en rellenos sanitarios, porque éstos se llenan rápidamente, ni tampoco incinerarlos, ya que así se aumenta la polución del aire. La solución encontrada por los investigadores fue transformar los residuos en un abono orgánico estabilizado, mediante el proceso de compostado. Para llevarla a cabo, el equipo integrado por las ingenieras agrónomas María E. Aguirre y Marta A. Commegna, el doctor Raúl M. Santamaría y el estudiante avanzado de agronomía Juan F. Roncoroni, comenzó hace cerca de un año un proyecto piloto en el Barrio Palihue de Bahía Blanca.

El programa se realiza en terrenos de la UNS. Cuenta con apoyo logístico de la Municipalidad de la ciudad y con un subsidio de la Comisión de Investigaciones Científicas de la Provincia de Buenos Aires (CIC). Para colaborar en su ejecución fueron capacitados dos operarios incluidos en los planes Trabajar.

PROCESO VENTAJOSO

Los desechos (pasto, hojas y ramas) son almacenados según sus características. Se los va mezclando a lo largo del año, en proporciones adecuadas para el proceso, manteniendo en lo posible una composición constante. Por ejemplo, parte de los leños de los árboles podados en invierno (que son triturados), se guardan para ser agregados a los cortes de césped en la primavera.

Las mezclas de residuos verdes son colocadas en pilas que se humectan regularmente, para que puedan actuar los microorganismos naturales que descomponen la materia orgánica. Al comenzar el proceso, la temperatura asciende a unos 70ºC. El calor provoca la pasteurización de los desechos eliminando los gérmenes patógenos y semillas de malezas. Periódicamente se remueven las pilas para oxigenar la masa en fermentación.

El compostado dura de 3 a 7 meses, según el material empleado. Con él se obtiene materia orgánica estabilizada y sustancias minerales que pueden utilizarse como soporte de cultivos o como aporte de fertilizantes inorgánicos.

\”Hemos procesado 16 toneladas de material verde luego de 7 meses de trabajo, reduciendo el volumen a la mitad. El tratamiento de compostado tiene muchas ventajas: es económico, los residuos están generalmente separados de otros desechos, no tienen grandes dificultades de transporte y no producen serios olores. El producto orgánico final tiene alta calidad y es fácil de almacenar, transportar y utilizar\”, destaca la ingeniera Aguirre.

Actualmente se estudia extender el proyecto a todo el ámbito de la ciudad de Bahía Blanca y la experiencia obtenida podría transferirse a otras localidades.