En los últimos 25 años las tasas de cesáreas en América Latina ascendieron del 15 al 35 por ciento. Ese incremento ha traído aparejado mayores complicaciones de salud, tanto para las madres como para los recién nacidos, según un estudio realizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

(27/09/06 – Agencia CyTA–Instituto Leloir. Por Bruno Geller) – Once millones de bebés nacen por año en América Latina. Esta cifra da una idea de la magnitud de los datos relevados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en una investigación que indica que la tasa promedio de cesáreas practicadas en esa región aumentó del 15 al 35 por ciento en los últimos 25 años. Un dato a destacar del informe es que el porcentaje de partos por cesárea fue considerablemente menor en los hospitales públicos que en los centros privados, donde la cifra llegó al 51 por ciento.

El estudio, publicado en la revista científica The Lancet de junio pasado, evidencia que a medida que aumenta el porcentaje de cesáreas también aumentan las complicaciones de salud para las madres y los recién nacidos. Los autores del trabajo destacan que la práctica médica, útil en casos de emergencia, puede resultar dañina cuando se ejerce en mujeres sanas que no la precisan.

Los resultados de la investigación dirigida por el doctor José Villar, director de la Unidad de Salud Materna y Perinatal del Departamento de Salud Reproductiva de la OMS, fueron obtenidos a partir del análisis de más de 97 mil partos de un total de algo más de 106 mil, realizados en 120 hospitales públicos y privados, entre el lapso que va de septiembre de 2004 a marzo de 2005. Los datos fueron recolectados en centros médicos de ocho países: Argentina, Brasil, Cuba, Ecuador, México, Nicaragua, Paraguay y Perú.

Las altas tasas de cesáreas registradas en esos países fueron similares pese a las diferencias que presentan los sistemas de salud.

Riesgos

Entre los riesgos y complicaciones que puede producir la cesárea, los investigadores destacan las reacciones adversas a determinados medicamentos, los problemas respiratorios, el sangrado, las infecciones y los problemas de salud que prolongan la permanencia de las parturientas en el hospital.

“El incremento de las cesáreas se relaciona con el aumento de la morbimortalidad materna y perinatal, de la estadía materna en el hospital y del uso de antibióticos maternos posparto”, afirma el doctor Guillermo Carroli, director del Centro Rosarino de Estudios Perinatales quien estuvo a cargo de la coordinación del estudio en América Latina en la investigación auspiciada por la OMS.

Carroli señala que en el bebé las principales complicaciones que derivan de ese fenómeno son “un aumento del nacimiento de bebés prematuros, la prolongación de la estadía en la unidad de cuidados intensivos neonatales (de siete días o más) y mayor número de casos de muerte neonatal.”

“Nuestro estudio es el primero en demostrar que el incremento de las cesáreas viene de la mano de un aumento de la morbimortalidad materna y perinatal”, puntualiza Carroli.

Por su parte, la doctora Verónica Secondi, obstetra del Hospital Materno Infantil Ramón Sardá, en el barrio porteño de Parque Patricios, asegura que “la complicación más frecuente que deriva de las cesáreas es la infección de la herida quirúrgica, la cual diagnosticada y tratada a tiempo no debería tener consecuencias.”

¿Cuáles son las razones que llevan a la práctica de una cesárea? “Hay un listado de condiciones materno-fetales que tomamos como indicaciones absolutas de cesárea”, afirma Lorena Flores, obstetra también de la Sardá. Entre ellas, la existencia de placenta previa –implantación anormal de la placenta en el útero– que ocluye el orificio cervical, ciertas condiciones de salud de la madre, como cardiopatías o patologías pulmonares severas que dificultan afrontar las exigencias de un parto normal. El sufrimiento fetal que se produce a causa de la alteración de la salud del niño, constituye también una indicación para producir el nacimiento sin demora, según destaca la especialista.

Por qué aumentan las cesáreas

Entre las múltiples causas que originan un aumento de las cesáreas, el estudio de la OMS menciona la mayor edad de la madre en su primer embarazo, diagnósticos presuntivos de que la criatura es muy grande para el tamaño de la pelvis de la madre, la mejora en los servicios de salud unida a la percepción de los médicos y de la población de la seguridad y eficacia del procedimiento.

“Esta investigación muestra un cambio médico, social y cultural establecido en el patrón de nacimientos”, afirmó el doctor Villar, autor del estudio citado en un diálogo que sostuvo meses atrás con el diario Página 12. “Hay médicos que consideran más segura la cirugía que el parto vaginal, hay también un cambio en la práctica médica de no atender partos difíciles. Asimismo influye la comodidad para el obstetra que implica programar la cesárea frente a la imprevisibilidad de un parto natural”, enumera Villar, como ejemplo de los cambios aludidos.

Es sabido que un parto natural puede exigir muchas horas de espera, en cambio una cesárea puede demandarle al médico alrededor de 45 minutos. Los doctores Carroli, Flores y Secondi, también firmantes del estudio de la OMS, opinan que “la comodidad de programar un parto” no es un factor principal en el aumento de las cesáreas.

El estudio señala también que entre muchas mujeres la cesárea se ha transformado en una moda. Muchas mujeres la prefieren para evitar el dolor y también porque se ha difundido la percepción de que protege contra la aparición de incontinencia fecal y urinaria, la falta de placer sexual y la aparición del prolapso, que es la caída o deslizamiento de los órganos pélvicos.

Celebridades que eligen a los partos por cesárea como una alternativa más segura, podrían influir en la decisión de muchas mujeres embarazadas de optar por esta práctica dado que son tomadas como modelos a seguir. Los autores del estudio sostienen asimismo que el incremento de mujeres que prefieren la cesárea se ve reforzado por la tendencia de los obstetras a defender los derechos de la mujer en relación al tipo de parto que desean.

Las especialistas Flores y Secondi coinciden en que algunas pacientes, no solo las del mundo del espectáculo, no se ven en condiciones de soportar contracciones y un parto normal y entonces prefieren una cesárea. Ambas obstetras están convencidas que si se explican claramente muchos aspectos vinculados con el parto natural se las puede hacer cambiar de opinión “ya que realmente con un buen acompañamiento y con la analgesia peridural correcta, en tiempo y forma, puede lograrse un parto placentero.”

Flores sostiene que “en sí misma, la cesárea no tiene ningún beneficio frente al parto normal, salvo en los casos en que el parto normal se encuentre contraindicado o que la psiquis de la paciente no esté en condiciones de llevar adelante un parto.”

Cesáreas, ¿un negocio?

Circula en la sociedad la idea de que el aumento de cesáreas es también parte de un negocio. Secondi la descarta. “Hay que desterrar el concepto de que el obstetra hace una cesárea porque gana más, esto es realmente incorrecto. El obstetra gana lo mismo, es la obra social o la prepaga la que tiene un costo mayor si hay una cesárea, ya que se deben pagar honorarios a ayudante, instrumentadora, más días de internación pues por lo general la permanencia en el centro médico se incrementa en por lo menos 24 a 48 horas.”

El aumento de las cesáreas requiere una solución a nivel mundial

Es interesante destacar que la investigación realizada por la OMS en Latinoamérica es parte de un estudio a nivel mundial. “En ese camino hemos terminado de recolectar los datos en África y estamos ahora analizándolos. En el próximo año comenzaremos un trabajo similar en Asia y así continuaremos con los siguientes continentes”, puntualiza Carrioli.

El estudio de The Lancet concluye que las instituciones que traen al mundo un gran número de niños mediante cesárea deberían analizar y determinar cuidadosamente todos los factores relacionados con la atención obstétrica y los problemas perinatales para evitar el daño que están haciendo.

Secondi y Flores concuerdan en que la tasa de cesáreas podría disminuir si “las pacientes accedieran a una información correcta, si se generase un clima de confianza con el equipo obstétrico que está con la paciente, es decir, el médico, el anestesista y la partera”.

Y agregan estas especialistas que “si bien hay reglas generales, cada paciente debe ser contemplada en forma personal, siendo fundamental el contacto permanente con su obstetra y/o con la obstétrica. En ese sentido, la clave es que las dudas y los miedos sean consultados con el equipo y no con la vecina”. Las especialistas aseguran que hay mucho “folklore popular” en torno al embarazo, parto y puerperio, sin que, en muchos casos, exista un fundamento científico.

Los datos aportados por la OMS resultan de suma utilidad. “Se necesita una discusión a fondo con herramientas como las que nos brinda este estudio. De la interacción entre los actores participantes, decisores en salud, obstetras, neonatólogos y madres seguramente se podrá llegar a un consenso acerca de las tasas ideales de cesáreas para cada población en particular. A mi juicio, una discusión que debe darse en el seno de la sociedad toda”, concluye Carrioli.