Para predecir la eficacia de la quimioterapia en el tratamiento del cáncer, científicos del Instituto Científico Weizmann desarrollaron un método que se basa en el estudio del grado de resistencia que ofrece el tumor al pasaje del medicamento. El hallazgo podría mejorar el tratamiento quimioterapéutico de millones de pacientes enfermos de cáncer.

(10/05/06 – CyTA – Instituto Leloir. Por Bruno Geller) – Los medicamentos quimioterapéuticos que se suministran por vía endovenosa para combatir el cáncer producen en muchos casos una cura completa, pero en otros no son efectivos. Una de las causas que explica la falta de respuesta al tratamiento es la presión que ejercen hacia afuera los líquidos internos del tumor, resistencia que impide la penetración de los fármacos en los tejidos malignos.

La edición de abril de la revista científica Cancer Research revela que un equipo de investigadores del Instituto Científico Weizmann en Israel, dirigido por Hadassa Degani del Departamento de Regulación Biológica, desarrolló un innovador método basado en la obtención de información sobre la presión interna de los tumores mediante un equipo de Resonancia Magnética, similar al que se usa en hospitales y clínicas. Este aparato permite obtener imágenes claras y detalladas de los órganos y tejidos internos con la ayuda de un campo magnético, ondas de radio y computadoras.

La utilidad de este método no invasivo consiste en que permite medir la presión del líquido interno de los tejidos cancerosos antes de comenzar el tratamiento quimioterapéutico. De esa forma es posible saber con anticipación si los fármacos producirán o no el efecto esperado.

Marcela Bolontrade, investigadora del CONICET que integra el Laboratorio de Terapia Génica del Instituto Leloir comenta que “una de las dificultades que enfrentan los medicamentos para penetrar los tejidos cancerosos se debe a que los vasos sanguíneos que atraviesan los tumores forman una red que no favorece un buen flujo en los mismos, lo que afecta la llegada de las drogas al blanco que deben atacar” y agrega que “la presión intersticial alta es una característica de la mayoría de los tumores sólidos, y una consecuencia importante es que reduce altamente la eficacia del envío de drogas quimioterapéuticas, que es el tipo de terapia convencional en cáncer”.

Según la doctora Degani, autora del trabajo, en caso de descubrirse un alto nivel de presión interna en el tumor, sería posible reducirlo de varias maneras antes de iniciar la quimioterapia, por ejemplo, mediante el empleo de medicamentos similares a los que se usan para bajar la presión arterial. Si los estudios clínicos tienen éxito, este método podría aumentar significativamente la eficacia de la quimioterapia, opina la especialista.

En el mismo sentido, Bolontrade afirma que “uno de los desafíos actuales de la investigación en tratamientos oncológicos es encontrar nuevas alternativas que permitan generar un flujo sanguíneo normal dentro del tumor y así favorecer la llegada de fármacos a los tejidos afectados.

En los experimentos realizados por el equipo de investigadores del Instituto Weizmann se inyectó un líquido de contraste a ratones que presentaban distintas clases de tumores cancerosos. El contraste, una sustancia que es fácilmente detectada por los sensores del equipo de resonancia magnética, fue utilizado como sustituto de las drogas empleadas en quimioterapia y se dirigió a diferentes tumores que, según el caso, ofrecieron una mayor o menor resistencia.

Los investigadores utilizaron programas de computación que les permitieron verificar la relación entre la cantidad de sustancia que logró penetrar en el tumor y la presión de los líquidos internos del tejido canceroso. Observaron que la relación difería de un animal a otro, entre diferentes pacientes, e incluso entre distintos tejidos de un mismo organismo.

Pese a que los resultados están en fase experimental, los estudios de Degani constituyen un avance que podrá mejorar la eficacia de los tratamientos quimioterapéuticos en la lucha contra el cáncer.