Antes del final de la próxima década la NASA planea volver a la Luna y explorar su superficie, con un nuevo vehículo espacial que será económico, versátil y seguro, y la mira puesta en destinos más lejanos.

(29/03/06 – CyTA – Instituto Leloir, por Alejandro Manrique) – Hacia el año 2018, la NASA nuevamente explorará la superficie de la Luna. Pero en esta oportunidad será para quedarse, construir estaciones y preparar el camino para eventuales viajes al planeta Marte o aún más allá.

Este objetivo tiene como eje central el desarrollo de un nuevo vehículo, denominado CEV (Vehículo de Exploración de la Tripulación), que está basado en lo mejor de las tecnologías del Apollo y el Shuttle (Lanzadera), permitiendo a la NASA crear un sistema de exploración de cara al futuro.

El CEV podrá transportar cuatro astronautas a nuestro satélite natural y hasta seis en futuras misiones a Marte, al igual que trasladar las tripulaciones y suministros a la Estación Espacial Internacional.

La nave espacial, que podrá ser reutilizada hasta 10 veces, tiene paneles solares que la proveerán de energía y en sus motores usará metano líquido.

El programa de la lanzadera espacial se estima que finalizaría en el 2010, mientras que el primer lanzamiento del CEV se fijaría para antes de 2014.

Diferencias con el Apollo

Cuando el administrador de la NASA, Michael Griffin, reveló los planes para el CEV, lo describió como “Apollo con esteroides”, dando a entender así la flexibilidad y fortaleza del mismo.

La semejanza es fácil de apreciar, ya que son cápsulas en forma de cono unidas a un cohete que se envían a la Luna, donde despliegan un módulo de aterrizaje y luego retornan a la Tierra, para aterrizar con un paracaídas. Sin embargo, existen importantes diferencias:

– Tamaño. El CEV tendrá cinco metros de diámetro y será para cuatro personas, comparado con los 1,3 metros de la cápsula del Apollo en la que se aglomeraban tres astronautas. Aún así, el CEV será solamente un 10-15% más pesado debido a que se fabricará con los más recientes compuestos de carbono y aleaciones de aluminio.

– Lanzamiento. Apollo fue lanzado por el portentoso Saturno V, el cohete más grande que se construyó, mientras que el CEV será impulsado por un cohete más pequeño. Esto se explica porque el CEV no irá directamente a la Luna, sino que la tripulación tendrá a disposición las piezas más complejas y pesadas de su nave espacial en la órbita terrestre, desde donde serán lanzadas por otro cohete.

– Autonomía. El CEV podrá llevar más combustible que el Apollo y por lo tanto los astronautas podrán ir a cualquier lugar de la superficie lunar. El Apollo tenía solamente combustible para aterrizar sobre el ecuador de la Luna.

– Controles. Las computadoras del CEV serán mucho más poderosas que las del Apollo, permitiendo que los cuatro astronautas desciendan en la superficie lunar, mientras la nave espacial se mantiene en órbita en modo automático.

– Retorno. Cuando el CEV regrese a la Tierra podrá aterrizar en tierra firme, en contraste con las cápsulas Apollo, que amerizaron en el océano y resultaron expuestas a la corrosiva agua del mar, por lo que se necesitaron costosos esfuerzos para recuperarlas, que involucraron aeronaves y embarcaciones.

El futuro

Se espera que dentro de cinco años la nueva nave comience a transportar las tripulaciones y elementos a la Estación Espacial, y se realizarían seis viajes por año hacia la estación lunar.

El nuevo sistema podría permitir la rotación de las tripulaciones, desde y hacia la estación lunar, cada seis meses. Las primeras misiones en la Luna durarían entre cuatro y siete días, para luego extender las exploraciones y explotar los recursos de su superficie.

Los expertos ya ponen la mira en el polo sur lunar como candidato para establecer una estación allí, por las concentraciones de agua, que se estima en forma de hielo, y la gran incidencia de luz solar, que suministrará energía.

“Lo que estamos desarrollando es realmente el sucesor del Shuttle”, expresó Griffin. Y añadió que “el CEV está diseñado para llegar hasta una órbita baja de la Tierra. Una vez en órbita, podrá acoplarse con vehículos de otras misiones y dirigirse hacia la Luna, Marte o asistir al Telescopio Espacial Hubble”.

Más información: www.nasa.gov