(14/03/06 – CyTA-Instituto Leloir) – A lo largo de la historia de nuestro planeta se han producido numerosos impactos de distintos cuerpos celestes que han dejado huellas en la superficie de la Tierra. Alguno, como el impacto de un meteorito en la Península de Yucatán, más precisamente en Chicxulub, no sólo dejó hace 65 millones de años un cráter de 170 km. de diámetro, sino que disparó grandes cambios, que muchos científicos vinculan con la repentina extinción de los dinosaurios.

Pero el caso de Yucatán no es el único. Recientemente se descubrió durante el análisis de imágenes satelitales el impacto de un meteorito en el desierto de Sahara que produjo un cráter de 31 km. de diámetro. Y existen otros cráteres de mayor tamaño que el de Yucatán, como el de Sudbury en Ontario, Canadá, de 250 km de diámetro, y el de Vredefort, en Sudáfrica, de nada menos que 300 km.

En Argentina existen dos registros, algo más modestos en cuanto a tamaño, uno en Río Cuarto, de 4,5 km de diámetro, y otro bastante más al norte, en Campo del Cielo, con un diámetro de 0,05 km.

Quienes quieran conocer algo más sobre los impactos profundos sobre la Tierra pueden encontrar todas las ubicaciones registradas en:

http://www.lpl.arizona.edu/SIC/impact_cratering/World_Craters_Web/intromap.html