(Agencia CyTA-Instituto Leloir. Por Amalia Dellamea CDC-FFYB) – El 25 de mayo de 1957 se creó la Facultad de Farmacia y Bioquímica por Decreto Ley 5293/57 del Poder Ejecutivo Nacional, con las firmas del, por entonces, presidente provisional Pedro Eugenio Aramburu y del ministro de Educación y Justicia, Acdeel E. Salas. “La creación de la Facultad fue uno de los hechos universitarios del período 1955-56 que estuvo caracterizado por profundos cambios en las instituciones científicas, culturales y de educación superior de nuestro país, como consecuencia de la interrupción de la segunda presidencia del general Juan Domingo Perón”, puntualizó el actual decano de Farmacia y Bioquímica, doctor Alberto Boveris.

El acto conmemorativo contó con al presencia del rector de la Universidad de Buenos Aires, Rubén Hallú, de numerosos decanos de otras unidades académicas de la Universidad, representantes de la industria farmacéutica y gran concurrencia de miembros de las comunidades académica, profesional y científica de las áreas farmacéutica y bioquímica.

El decano Boveris trazó un panorama histórico de la evolución de la Facultad hasta nuestros días, destacando que se contaba en el acto con la presencia del exdecano interventor, doctor Manuel Domínguez “que dirigió exitosamente la transición institucional hasta diciembre de 1957, cuando la nueva Facultad constituyó su primer Consejo Directivo, que eligió al doctor Zenón Lugones como primer decano de la Facultad de Farmacia y Bioquímica”.

Luego de relatar el conjunto de vicisitudes que caracterizaron la historia política y social de la Argentina durante todos esos años, el doctor Boveris esbozó los objetivos que se ha trazado la nueva administración de la unidad académica. “Nos hemos fijado como objetivo actualizar los planes de estudio para las carreras de Farmacia y de Bioquímica”, explicó el decano. A lo que agregó: “En el caso de la carrera de Farmacia, el proyecto fija tres orientaciones: Farmacia oficial, Farmacia hospitalaria y Farmacia industrial, con una organización académica similar a las orientaciones vigentes de la carrera de Bioquímica, operativas de 1987”.

“Otro importante objetivo –destacó Boveris— es la integración de la Facultad al Polo Farmacéutico de la Ciudad de Buenos Aires, a través del Área Pública del Polo y con sus socios naturales, que son el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y la Administración Nacional de Laboratorios de Investigación y Servicios (ANLYS) del Ministerio de Salud de la Nación”.

El tercer objetivo señalado por Boveris en su discurso consiste en “la incorporación del Servicio de Farmacia del Hospital de Clínicas, en forma similar a la modalidad académico-asistencial del Servicio-Departamento de Bioquímica Clínica, con la instalación de una planta productora de medicamentos de uso hospitalario. Estos objetivos conviven con la perenne tarea de las universidades contemporáneas de incorporación y actualización de equipamiento docente e informático para investigación y servicios”, puntualizó el decano.

Además, Boveris remarcó la significación creciente que tiene la idea de conjuntar la ciencia y sus aplicaciones prácticas. “Como ya había advertido Benjamín Franklin –dijo— es crucial generar conocimientos útiles para la gente”.

Para finalizar su exposición, Boveris explicó que también constituye un objetivo primordial trabajar el tema de la propiedad industrial y las patentes de los desarrollos que generan los docentes investigadores de la Facultad. “Será nuestro trabajo protegerlos a través de la Universidad de Buenos Aires. Si, como sabemos, el mayor patrimonio con el que cuentan las sociedades actualmente es el conocimiento, entonces deberemos protegerlo”, dijo.

La Facultad de Farmacia y Bioquímica tiene actualmente 27 patentes, 21 de ellas son UBA-CONICET. “Pero –advirtió Boveris— solo la explotación de 6 patentes produce beneficios, y una sola de ellas generó regalías”. Se trata de una patente obtenida por el desarrollo de leche fortificada con hierro, que comercializa la empresa Sancor.

Por su parte, el rector de la UBA, Rubén Hallú, destacó que, desde el principio, la Facultad de Farmacia y Bioquímica estableció una fructífera relación con la empresa, en especial en un área de su competencia, como es la de la producción de medicamentos. “Es imprescindible tratar el tema de la medicación por genéricos, que constituye una cuestión estratégica para nuestro país. Si bien es cierto que los laboratorios invierten en el desarrollo, y en consecuencia tienen derecho a reclamar por ese esfuerzo, también es cierto que los usuarios de medicamentos tienen el derecho de poder adquirirlos, cosa que no siempre es así”, señaló Hallú. Y agregó: “Esto obliga al Estado a tomar partido en la cuestión y diseñar una política acorde”.

Respecto a la producción científico-tecnológica de la Facultad de Farmacia y Bioquímica, el rector de la UBA destacó que la unidad académica “ha brindado una ingente cantidad de conocimientos a la industria, y que esto la ha transformado en un organismo de referencia”.

Hallú resaltó, en especial, dos áreas de trabajo de la Facultad: la de Genética y la de Toxicología, por su constante labor de asesoramiento al Poder Judicial y a particulares, así como el reconocimiento que han logrado como referentes sociales para amplios sectores de la población. “Otra muestra del nivel alcanzado por la Facultad es la cantidad de trabajos científicos publicados por año, tanto en revistas nacionales como extranjeras”, destacó.

El rector de la UBA también se refirió al tema de las patentes, asumiendo que la Universidad actuó con retardo, pero que ahora “es imperioso generar una política de patentes, y este es un compromiso que tenemos hoy en la UBA”, dijo.

“Debemos generar una Universidad comprometida con la producción de conocimiento, no con la acumulación; un conocimiento serio, que sea útil para la sociedad. Debemos poner el foco en la gente de menos recursos, que son quienes están más desamparados”, señaló.

Finalmente, Hallú informó a los presentes que el 28 de mayo la UBA suscribió un convenio con el Gobierno nacional a fin de contar con recursos para la reestructuración total del Hospital de Clínicas.

Para finalizar el acto, las autoridades entregaron los diplomas a los 45 profesionales que se doctoraron en el último período lectivo en la Facultad de Farmacia y Bioquímica. También el laboratorio de especialidades medicinales Bagó entregó el premio que lleva el nombre de ese laboratorio, a los graduados de mayor promedio en la Carrera de Farmacia, egresados en 2004 y 2005.

Recuadro

Farmacia y Bioquímica en números

Actualmente la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la UBA tiene 5.600 estudiantes activos que cursan las carreras mayores (de 5 años de duración o más) como Farmacia, Bioquímica, Licenciatura en Ciencia y Tecnología de Alimentos (que se dicta con la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA) y las carreras breves, de tres años aproximadamente, como las de Óptico Técnico y de Técnico de Bioterio, esta última dictada en conjunto con la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UBA.

Por año egresan, aproximadamente, 150 farmacéuticos, 110 bioquímicos y 50 ópticos técnicos.

La dotación de docentes está compuesta por 180 profesores, 800 docentes auxiliares graduados y 350 ayudantes estudiantes. El 65 % de profesores y el 35 % de docentes auxiliares graduados tienen dedicación exclusiva. El 73 % de profesores y docentes auxiliares graduados han concursado sus cargos.

Cada año, entre 40 y 45 graduados obtienen su doctorado por la Universidad de Buenos Aires en la Facultad de Farmacia y Bioquímica, y se dictan entre 80 y 85 cursos de posgrado.

Los investigadores de la Facultad publican entre 290 y 300 trabajos científicos por año en revistas nacionales y extranjeras de alto reconocimiento. La transferencia de tecnología que realizan los docentes investigadores de la Facultad, a través de asesorías técnicas, análisis de alta complejidad y convenios, generó una facturación de $6.500.000 durante 2006.

Se registra una media mensual de 270-280 estudiantes y graduados recientes que realizan pasantías, lo que generó un monto de facturación de $2.400.000 en 2006.