Así lo afirma la doctora Ana María Franchi, investigadora del Centro de Estudios Farmacológicos y Botánicos que depende del CONICET y de la UBA. La científica lidera trabajos cuyos resultados podrían dar pie al desarrollo de estrategias de prevención para una de las principales complicaciones del embarazo. 

(Agencia CyTA-Instituto Leloir)-. Aunque el Senado discute por estos días una ley que habilite el aborto legal, hay otro tipo de abortos, los espontáneos, cuya incidencia a nivel mundial se sitúa entre el 10 y el 18% de los embarazos.

Ana María Franchi, doctora en Química, dirige el Laboratorio de Fisiopatología de la Preñez y el Parto del Centro de Estudios Farmacológicos y Botánicos (CEFyBO), que depende del CONICET y de la UBA. Y está embarcada en estudios que podrían ayudar a identificar “posibles áreas de intervención” para prevenir la interrupción no buscada de la gestación o, incluso, el desarrollo de nuevas terapias para terminarla en casos autorizados. Habló al respecto con la Agencia CyTA-Leloir.

¿Por qué se producen los abortos espontáneos?

Franchi: Por varias razones. Se asocian con defectos cromosómicos, enfermedades maternas de tipo endocrinas, problemas inmunológicos, disfunción placentaria y, principalmente, infecciones. De hecho, nosotros estudiamos el posible papel que juegan ciertas bacterias llamadas gram negativas. Y vimos que la presencia de un componente de la pared celular de estos patógenos, un tipo de lipopolisacárido (LPS), induce un aumento en la contractilidad del útero.

¿Cómo se producen las infecciones por bacterias gram negativas en las embarazadas?

Las infecciones del tracto genital son una de las principales causas de morbilidad ginecológica, como la infertilidad, el aborto, el embarazo ectópico, el trabajo de parto prematuro y el dolor pélvico crónico. La flora bacteriana normal de la vagina posee un efecto protector sobre su huésped. Las cepas de Lactobacillus tomadas de la flora vaginal normal muestran actividad antagonista contra una variedad de bacterias relacionadas con infecciones del tracto urinario y vaginal. Cualquier alteración en el ecosistema microbiano de la vagina conduce a la colonización del tracto genitourinario con otros microbios patógenos.

¿Qué papel juega el sistema endocannabinoide (aquel cuyos receptores también pueden ser estimulados por el cannabis) en los abortos inducidos por infecciones?

Hicimos estudios. Nosotros creemos que los LPS de los patógenos ejercen sus efectos nocivos aumentando la síntesis de una hormona que promueve las contracciones del útero, PGF2α. Pero, además, disminuye el contenido intracelular de una molécula (AMPc) que favorece la relajación del órgano. Y todo eso está mediado por el receptor cannabinoide CB2.

¿Cómo llegaron a esa conclusión? ¿Es verdad que pudieron desarrollar un modelo en ratones que recrea lo que ocurre en los abortos espontáneos humanos asociados a infecciones?

Exacto. Cuando en estos modelos inhibimos el receptor de cannabinoide, los LPS de los patógenos no tienen la capacidad de aumentar la contractilidad del útero. Y como la biología de los roedores tiene muchas características en común con la de los humanos, nuestro descubrimiento prepara el terreno para el desarrollo de posibles estrategias de prevención.

¿Y cuándo imagina que podrían llegar a los pacientes?

En primer lugar podemos recomendar que el consumo de cannabinoides durante el embarazo es perjudicial para el mismo, hecho que surge de datos empíricos y nuestros estudios muestran el posible mecanismo de este efecto. Por otro lado la posible utilización de inhibidores de síntesis de endocannabinoides o de bloqueantes de sus receptores necesita de más estudios, el conocimiento de la toxicidad de estos compuestos y de sus posibles efectos tanto sobre la madre como sobre el feto.

 

La Dra. Ana María Franchi dirige el Laboratorio de Fisiopatología de la Preñez y el Parto del Centro de Estudios Farmacológicos y Botánicos (CEFyBO), que depende del CONICET y de la UBA.