Según científicos de Mendoza, aquellas plantas más expuestas al polvo de cemento aumentan el diámetro del tallo y el largo de sus espinas.  

(Agencia CyTA-Fundación Leloir)-. El polvo de cemento suele ser perjudicial para el desarrollo de tallos, hojas y frutas de las plantas más expuestas a ese contaminante. Pero el cactus “puqui” (Tephrocactus aoracanthus), endémico de las provincias de San Luis, San Juan, La Rioja y Mendoza, parece ir a contramano de esta tendencia: un estudio realizado en Mendoza mostró una relación positiva entre la cercanía a una cementera  y el tamaño de sus tallos y espinas.

“Es un descubrimiento sorpresivo”, señaló el biólogo Juan Manuel Drack, quien lideró el hallazgo mientras realizaba su tesis de licenciatura bajo la dirección del doctor Diego Vázquez en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (FCEN) de la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo).

Tal cual revela la revista “Ecotoxicology and Environmental Safety”, los investigadores realizaron mediciones hechas en el campo a diferentes distancias de la fábrica: 0,15, 2 y 6 km hacia el norte y hacia el sur. “Pudimos observar que mientras más cerca de la cementera viven los cactus, más largas son sus espinas y mayor es el peso seco y el diámetro de los tallos”, señaló Drack.

Además de los estudios observacionales, los investigadores realizaron un experimento que consistió en trasplantar cactus de un sitio cercano a la cementera a uno lejano, y de un sitio lejano a uno cercano. Después de dos años, los científicos descubrieron que los cactus alejados de la fábrica desarrollaron espinas más cortas, y los que fueron trasplantados a zonas cercanas comenzaron a mostrar una tendencia a producir espinas más largas, aunque esta tendencia no fue estadísticamente significativa. “Una posible explicación de este resultado es que si bien la exposición a las emanaciones de la fábrica influyen sobre el crecimiento de las plantas, una exposición de dos años no es suficiente para generar efectos tan pronunciados como los que encontramos en los estudios observacionales”, afirmó Drack.

Asimismo en otro experimento los autores del estudio tomaron varios cactus del campo y los llevaron a un campo experimental para tratarlos con polvo de cemento. “Si bien las espinas no mostraron un mayor crecimiento como esperábamos, tanto el diámetro de los tallos como su peso fresco aumentaron de forma significativa”, afirmó el investigador.

El cactus estudiado es una especie localmente abundante que ofrece recursos para varias especies de insectos polinizadores y animales herbívoros, por lo que tiene una importancia ecológica potencialmente alta. “Sería preciso evaluar en estudios adicionales si las alteraciones físicas de esa planta interfieren con su rol en el ecosistema”, subrayó Drack. “Y también es importante estudiar los efectos sobre otras especies y otros aspectos del ecosistema. Esto que encontramos para Tephrocactus aoracanthus podría representar la punta del iceberg”, señaló Vázquez.

En los alrededores de la fábrica son evidentes grandes depósitos de polvo de cemento que forman duras costras en el suelo, afirma Drack. Y agrega: “Rocas, plantas y tierra se han vuelto  grises debido al depósito del contaminante. Pensamos que hay una necesidad urgente de que esa industria realice una profunda limpieza y mejore el control de sus emisiones de polvo.”

 

Los investigadores de la Universidad Nacional de Cuyo observaron que los cactus “puqui” – endémicos de nuestro país – expuestos al polvo de cemento de una fábrica cercana expresan un aumento del tamaño de sus tallos y espinas.

El estudio mostró que mientras más cerca de la cementera viven los cactus, más largas son sus espinas y mayor es el peso seco y el diámetro de los tallos.