En insectos sudamericanos emparentados, las variaciones del canto de cortejo (realizado con las alas) es clave para la diversificación y formación de especies. El hallazgo podría conducir a una nueva estrategia para controlar plagas. 

(14/06/2017 – Agencia CyTA-Instituto Leloir)-. Quizás no sea el candidato que alguien hubiera anticipado. Pero si la presunta “música” de su aleteo las cautiva, las moscas hembras pueden dejar de lado cualquier prurito para volar a los pies (o patas) de su inesperado galán… aunque se trate de uno de otra especie.

Este patrón de comportamiento surge de curiosos estudios realizados con cuatro especies de moscas sudamericanas emparentadas que se alimentan de los cactus, pertenecientes al grupo o clúster Drosophila buzzatii. Según dos científicos argentinos, las variaciones en el canto de cortejo o canto nupcial del macho juegan un rol decisivo para el apareamiento, la diversificación y la formación de especies.

Para ponerlo a prueba, los investigadores hicieron varios experimentos de pareja. Por ejemplo, lograron que “un alto porcentaje de hembras eligieran para aparearse a machos de otras especies” tras escuchar el sonido grabado del aleteo de machos de su propia especie, indicó el doctor Esteban Hasson, jefe del laboratorio de Evolución del Instituto de Ecología, Genética y Evolución de Buenos Aires (IEGEBA), que depende del CONICET y de la UBA.

Por el contrario, cuando los machos de la misma especie tenían las alas disecadas y, por ende, quedaban “mudos”, por lo general no había apareamiento, explicó Patricia Iglesias, quien realizó su tesis doctoral bajo la dirección de Hasson. Según revelaron en la revista PLOS ONE, la única excepción parece estar dada por las hembras de Drosophila koepferae, quienes podrían prestar más atención a los olores que al canto de cortejo.

Si el canto de cortejo es clave en la reproducción de determinados insectos que son plaga y afectan cultivos de importancia alimentaria, los científicos creen que se podrían pensar estrategias para esterilizar a los machos interfiriendo con su capacidad de producir “serenatas”. “De esa manera, las hembras no los aceptarían”, afirmó Hasson. En una próxima etapa, los investigadores esperan mapear o describir regiones del genoma involucradas en esas aptitudes sonoras.

 

Las hembras de grupo o clúster Drosophila buzzatii se apareaban con machos de otra especie al ser engañadas con el canto grabado de machos de su especie.

Las hembras de grupo o clúster Drosophila buzzatii se apareaban con machos de otra especie al ser engañadas con el canto grabado de machos de su especie.