Los científicos del CONICET identificaron marcas químicas que influyen en la expresión de genes cruciales para el desarrollo normal del cerebro y la médula espinal.

(03/08/2016 – Agencia CyTA-Instituto Leloir)-. Un equipo de científicos argentinos logró identificar eventos moleculares cruciales que determinan la formación o malformación del cerebro y la médula espinal durante el desarrollo embrionario. La evidencia reunida podría ser útil para el diseño de futuros tratamientos y medidas de prevención de anomalías.

Si bien el avance se realizó en embriones de pollo,  “la mayoría de los mecanismos moleculares y embrionarios que ocurren en estas etapas del desarrollo de estos modelos animales de investigación pueden ser directamente extrapolables a lo que ocurre en humanos”, indicó a la Agencia CyTA-Leloir el director del estudio, el doctor Pablo Strobl-Mazzulla, jefe de grupo del Laboratorio de Biología del Desarrollo del Instituto de Investigaciones Biotecnológicas (IIB-INTECH, sede Chascomús), dependiente del CONICET y de la Universidad Nacional de San Martín.

Strobl-Mazzulla y su grupo descifraron parte del entramado “epigenético” del proceso: las marcas químicas que funcionan como interruptores del “encendido” o “apagado” de los genes que son clave en la formación del sistema nervioso.

“En nuestro estudio pudimos determinar cómo algunas de estas modificaciones epigenéticas son necesarias para la normal activación del gen Sox2, uno de los genes más importantes para el mantenimiento de células progenitoras (células madre) y su posterior diferenciación en neuronas”, precisó el investigador del CONICET.

“Asimismo, comprobamos que los defectos en el establecimiento de estas marcas epigenéticas conlleva a malformaciones en el desarrollo del sistema nervioso”, añadió. El trabajo fue publicado en la revista “Molecular Biology of the Cell”.

Para el científico, es importante destacar que estas modificaciones epigenéticas son reversibles y pueden ser influencias por el ambiente. En este sentido, en los últimos años se ha demostrado que el estrés, las experiencias traumáticas, la ingesta de alcohol, las deficiencias de vitaminas y la mala alimentación provocan alteraciones en el normal establecimiento de estas marcas que ocurren muy temprano en el desarrollo embrionario. “Además, estos cambios pueden ser heredados por varias generaciones”, explicó.

En una próxima fase del estudio, Strobl-Mazzulla pretenden evaluar de qué manera la deficiencia de ácido fólico y la exposición a alcohol pueden afectar el normal establecimiento de esas marcas epigenéticas importantes en las primeras etapas del desarrollo y, a su vez, determinar si esos defectos pueden ser heredados de una generación a otra.

Otros autores del trabajo son Santiago Bouzas, Melisa Marini, Eliana Torres Zelada, Ailín Buzzi y David Morales Vicente, todos pertenecientes al Laboratorio de Biologia del Desarrollo en el IIB-INTECH de Chascomús.

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El doctor Pablo Strobl-Mazzulla e integrantes de su grupo del Instituto de Investigaciones Biotecnológicas (IIB-INTECH, sede Chascomús), dependiente del CONICET y de la Universidad Nacional de San Martín.

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Embrión de pollo empleado en el estudio. En la imagen se ven neuronas del sistema nervioso central y el periférico.