Quienes veranean en los principales balnearios de la costa argentina están dispuestos a pagar cerca del 25% más para alquilar una propiedad en una zona forestada, según un estudio de la Universidad Nacional de La Plata.

(Agencia CyTA-Fundación Leloir).- La cercanía con la playa no es el único atributo que valoran los turistas que quieren alquilar en la costa argentina. En uno de los primeros estudios científicos que examinó en el país el “valor social” de los árboles, investigadores de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) revelaron que los veraneantes están dispuestos a pagar un 25% más si las propiedades están en un bosque.

El hallazgo puede tener implicancias tanto en la priorización de recursos de los municipios de la costa como en la actividad de los emprendedores inmobiliarios, señaló a la Agencia CyTA-Leloir Gerardo Denegri, ingeniero forestal e investigador de la Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales (FCAyF) de la Universidad Nacional de la Plata (UNLP).

En el estudio, Denegri y sus colegas evaluaron la contribución del arbolado al turismo en balnearios de los partidos de La Costa, Pinamar y Villa Gesell. Usaron un método que descompone el precio de mercado de un bien conocido –en este caso, los alquileres temporarios– en función de atributos de ese bien que no suelen tener en sí mismos valor de mercado, llamados “precios sombra”: distancia al mar y al centro, cantidad de dormitorios, superficie cubierta y verde, cochera, limpieza, ropa de cama, pileta y, en especial, cobertura de árboles, estimada mediante mapas de Google.

Así, tomando como base los alquileres del primer bimestre de 2017, confirmaron que la distancia al mar es determinante en los precios, que disminuyeron 15,50 pesos, en promedio, por cada metro que la propiedad se alejaba de la costa. Pero también hallaron que los beneficios y el bienestar que brindan los bosques a la comunidad –llamados “servicios ambientales de origen forestal”– impulsan la actividad turística.

“Si bien podría ocurrir que los municipios incrementen el nivel de arbolado urbano, difícilmente se llegaría a una cobertura de copa [de árboles] del 100 % por razones de desarrollo y planificación urbana”, señaló Denegri, quien integra el Departamento de Desarrollo Rural y la Unidad Promocional de Investigación y Desarrollo en Políticas y Desarrollo Forestal (UPID-PYDEF) de la FCAyF. Sin embargo, el experto pronosticó que “algunos desarrolladores de emprendimientos inmobiliarios podrían forestar antes de vender los lotes” como estrategia de diferenciación competitiva.

El trabajo fue publicado en la revista especializada “Estudios y Perspectivas en Turismo” y se enmarca en un convenio de la universidad con el partido de Villa Gesell para identificar y valorar los servicios ambientales de los bosques urbanos en la costa atlántica. Denegri, que también es magíster en Economía del Medio Ambiente y Recursos Naturales, precisó que los resultados sugieren que los municipios “podrían hacer un análisis de costo y beneficio de incorporar un equipo específico para combatir incendios forestales, o de contratar personal para limpiar el sotobosque, como así también efectuar actividades de podas y extracción de árboles muertos, reduciendo así el riesgo de incendios”.

Del estudio participaron también Alfonso Rodríguez Vagaria, investigador del Centro de Estudios Integrales de la Dinámica Exógena (CEIDE) de la UNLP; Julián Mijailoff y Juan Mársico, alumnos avanzados de la carrera de Ingeniería Forestal de la FCAyF (UNLP); y Gustavo Acciaresi, investigador del Departamento de Desarrollo Rural y de la UPID-PYDEF.

 

Gerardo Denegri, ingeniero forestal e investigador de la Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales (FCAyF) de la Universidad Nacional de la Plata (UNLP).