Además de generar carne, cuero y fibra de gran calidad, los camélidos domésticos tienen bajos requerimientos de forraje y de agua y restauran pasturas en suelos degradados.

(22/08/2016 – Agencia CyTA-Instituto Leloir)-. En un contexto en que el mundo exige producir alimentos de forma eficiente sin generar impacto ambiental, la producción de llamas y alpacas tiene un potencial que Argentina todavía no ha explotado.

Así lo afirmó Guillermo Puccio, director ejecutivo de la ONG Biosfera Soluciones y Recursos y uno de los impulsores de la nueva Diplomatura en Producción de Camélidos Sudamericanos Domésticos, dictada en conjunto con la Facultad de Veterinaria de la Universidad Católica de Cuyo (UCCuyo).

“Los sistemas ganaderos actuales de nuestra región no han tomado consciencia y se siguen concentrando en la cría de vacas y otros animales introducidos”, dijo Puccio a la Agencia CyTA-Leloir. “Los servicios tanto productivos como ambientales que brinda esta ganadería podría activar la economía de pequeños, medianos y grandes productores”.

Además de generar carne, cuero y fibra de gran calidad, las llamas y las alpacas tienen bajos requerimientos de forraje y de agua y restauran pasturas en suelos degradados, añadió el también coordinador de proyectos de la Fundación Biodiversidad.

En las últimas décadas, numerosos productores de provincias como Buenos Aires, Córdoba, Entre Ríos, La Pampa, Neuquén, San Juan, San Luis y Santa Fe han visto incrementar de manera exponencial sus rodeos de llamas y hoy se calcula que la población “extrapuneña” ronda los 35.000.

Para el especialista, los sistemas ganaderos adolecen de falta de conocimiento en el manejo de camélidos domésticos. Entre las deficiencias, identificó la nula aplicación de tecnologías de producción mejoradas, que resulta en pérdidas elevadas por mortalidad, baja eficiencia reproductiva, pobre desarrollo corporal y baja producción de fibra.

“La producción de ese tipo de animales con enfoque ganadero asegura carne, cuero y fibra con mínima inversión, mínimos requisitos ambientales y sanitarios, y máximo rendimiento aun en predios seriamente degradados”, puntualizó Puccio.

La nueva diplomatura está destinada a veterinarios y profesionales afines de las ciencias agropecuarias, y entre los inscriptos no sólo hay argentinos sino también graduados de Chile, Bolivia y Perú.

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Los camélidos pueden crear fuentes de trabajo para los productores rurales. Además de su apreciada carne, fibra y cuero, su forma de pastoreo no degrada el suelo.

Créditos: Fundación Biodiversidad

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La imagen demuestra cómo los camélidos domésticos no degradan el suelo.

Créditos: Fundación Biodiversidad