Así lo afirman médicos argentinos que analizaron la evolución de 438 chicos con retinoblastoma entre 2000 y 2009

(06/06/2014 – Agencia CyTA-Instituto Leloir)-. El retinoblastoma, un tipo de tumor ocular que afecta sobre todo a los niños, se diagnostica anualmente en alrededor de 45 argentinos menores de 15 años. Y la mayor parte se cura con la detección y tratamiento precoz.

Así surge del análisis de datos del Registro Oncopediátrico Argentino (ROHA), dependiente del Instituto Nacional del Cáncer, que recopiló 438 casos de la enfermedad atendidos en hospitales públicos y privados de todo el país durante el periodo 2000-2009.

Cuando la  patología está localizada en el ojo, los pacientes pueden ser tratados con esquemas que intenten conservar la visión. Sin embargo, si el tumor está más avanzado se requiere la remoción quirúrgica del ojo (enucleación) y en ocasiones sesiones de quimioterapia para prevenir la metástasis, indicó a la Agencia CyTA la doctora Florencia Moreno, directora de ROHA y miembro del Capítulo Pediátrico del INC.

En dos terceras partes de los casos el retinoblastoma compromete a un solo ojo y se cura en el 87 por ciento de los pacientes. En cambio, cuando la enfermedad afecta a los dos ojos, paradójicamente, la tasa de cura es aún mayor. “No se sabe bien si es porque se diagnostica más temprano o porque tiene una biología diferente”, dijo Moreno.

Para otro de los autores, el doctor Guillermo Chantada, oncólogo responsable de los retinoblastomas del Hospital de Pediatría Juan P. Garrahan, en Buenos Aires, “lo importante es diagnosticar la enfermedad de manera oportuna”.

Según explicó Chantada, en los últimos años se extendieron enfoques tendientes a atacar el tumor sin necesidad de extraer el ojo, como, por ejemplo, la aplicación localizada de quimioterapia a través de una arteria ocular. “Pero todavía no hay acuerdo global sobre sus ventajas”, señaló.

Los médicos destacaron la importancia de que los padres consulten a un oftalmólogo infantil si observan una  mancha blanca en la pupila en uno o los dos ojos, una condición que a veces resulta visible en fotos tomadas con flash.