Así lo afirmó el investigador del CONICET Alejandro Farji-Brener, quien comentó que esos insectos también sufren choques, tienden a embotellarse cuando van detrás de “camioneras” muy cargadas y son capaces de diseñar sistemas de caminos alternativos.

(13/02/2013 – Agencia CyTA-Instituto Leloir. Por Bruno Geller)-. Las hormigas cortadoras de hojas son un buen modelo de estudio de problemas de tránsito porque construyen caminos similares a las carreteras humanas, y forman sociedades densas en donde miles de hormigas deben ir y regresar por ellos En consecuencia, estos insectos poseen las mismas dificultades de desplazamiento que existen en nuestras sociedades,  señaló a la Agencia CyTA el doctor Alejandro G. Farji-Brener, del Laboratorio Ecotono del Instituto de Investigaciones en Biodiversidad y Medio Ambiente de la Universidad Nacional del Comahue, dependiente del CONICET.

Las hormigas cortadoras de hojas experimentan choques y embotellamientos. Y también diseñan senderos de forrajeo lo más efectivos posibles para procurar su alimento, indicó Farji-Brener en un artículo escrito en el Boletín de la Sociedad Entomológica Argentina. Como toda sociedad con muchos individuos que deben moverse hacia y desde donde se encuentra el alimento, las hormigas cortadoras poseen problemas de tránsito similares a los que experimentan los humanos en grandes ciudades.

Uno de los problemas puede surgir debido a las hormigas que transitan muy lentamente por transportar cargas vegetales de gran tamaño. Estas hormigas, llamadas “camioneras”,  llegan a reducir hasta un 50 por ciento la velocidad de las hormigas cargadas que van detrás. En este contexto el inter-juego de “decisiones” individuales y colectivas impulsa a que esas hormigas lleven cargas menores a su capacidad para no disminuir la velocidad de todo el grupo. Esta observación forma parte de un trabajo de Farji-Brener y colegas que fue publicado en Physiological Entomology y comentado en el Journal of Experimental Biology como uno de los más interesantes del año 2011.

Otro incidente frecuente son los choques, aunque sus consecuencias no siempre son negativas. De acuerdo al investigador, en los choques hay intercambio de información entre hormigas cargadas y descargadas que favorece la ubicación de recursos altamente preferidos. “Hormigas descargadas que chocaban con aquellas que transportaban un recurso apetecible (en nuestro experimento, hojuelas de cereal azucaradas) encontraban con más frecuencia la ubicación del cereal comparadas con aquellas hormigas descargadas que no habían chocado”, puntualizó.

En este contexto, el científico resalta que el diseño de senderos para facilitar el transporte y la organización del flujo es crucial en las sociedades densas como las formadas por los humanos y algunos insectos sociales. “Pero a diferencia de las sociedades humanas, en donde generalmente prima el interés individual, entre los insectos el comportamiento de los organismos es modelado principalmente por el beneficio obtenido por la colonia”, dijo.

Por ejemplo, si encuentran un recurso de alta calidad en las primeras etapas del forrajeo, las hormigas cortadoras de hojas transportan cargas más livianas que las que pueden cargar para regresar más rápido a la colonia y transferir información sobre la fuente de alimentos.

Para Farji-Brener y sus colegas, el estudio del comportamiento de hormigas podría servir de modelo para mejorar el diseño de caminos y mejorar su uso en sociedades humanas, ya sean rutas de acceso a recursos o vías de escape ante situaciones de pánico.

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El diseño de senderos de forrajeo en nidos de hormigas cortadoras de hojas es similar al diseño de caminos en las sociedades humanas, bifurcaciones en un camino de paseo suburbano.

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Mapa de las rutas de acceso a la ciudad de Córdoba y esquema de senderos de forrajeo en un nido de hormigas Atta cephalotes en Costa Rica.