Para el matemático cubano Mauro García Pupo, hay que promover un enfoque pedagógico que vaya del problema al concepto, y no al revés. “El lema es: enseñar menos para que se aprenda más”, dijo.

(15/06/2012 – Agencia CyTA / UNNE. Por Juan Monzón Gramajo)-. Al contrario de los progresos verificados en la ciencia, poco se ha evolucionado en la manera de enseñar Matemática. Así lo dijo en Corrientes el matemático cubano Mauro García Pupo, ex presidente de la Sociedad Cubana de Matemática y Computación y director del Programa de Maestría de la Universidad Antonio Nariño, Bogotá, antes de brindar una conferencia en la Universidad Nacional del Nordeste. “Está mal que imitemos a quienes fueron nuestros maestros, con sus técnicas, repitiendo la estrategia que va del concepto al problema”, dijo.

¿Por qué no se debe utilizar más ese método?

Porque se pierde la oportunidad de experimentar la misma satisfacción que tiene un matemático cuando hace matemática.

¿Cómo disfruta el matemático su trabajo?

Hacer matemática es imponerse retos. Identificar un problema y lograr resignificar los conceptos. Sería bueno que se le de la posibilidad a los estudiantes de seguir ese camino.

García Pupo definió personalmente a ese método pedagógico como “didáctica inversa”, un término que, reconoció, no figura en ningún paper pero bien definir a la enseñanza con un enfoque no rutinario.

¿Aplicar el “proceso inverso” no mucho más complejo?

Claro que sí, porque es más difícil construir un problema que tenga este enfoque. Pero es más efectivo al momento de aprender. La premisa del método es: enseñar menos para que se aprenda más. Parece una paradoja que no lo es, a tal punto que Singapur, que está usando esta metodología, pasó a ser uno de los países con mayor ranking en cuanto a los resultados de preparación de sus estudiantes.

¿Cuál es el principal cuestionamiento que le hace a la enseñanza tradicional de la matemática?

El problema es que la gente sigue teniendo la misma percepción sobre lo difícil que es la materia. Los jóvenes no se sienten atrapados por la matemática, y es malo porque está presente en muchos procesos y productos que nos rodean en nuestra vida cotidiana.

 

Mauro Garcia Pupo reducido

Mauro García Pupo

Créditos: UNNE