Un equipo internacional de científicos propuso una metodología para determinar si animales hoy extinguidos eran de sangre caliente o fría. La técnica se basa en el análisis de dos elementos atómicos presentes en los fósiles. Los resultados del trabajo fueron publicados en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.

(20/09/10 – Agencia CyTA-Instituto Leloir)-.Una especie de “paleotermómetro” podría servir para determinar si los fósiles analizados corresponden a animales de sangre caliente, o endodermos, o de sangre fría, o ectotermos. Se trata de una técnica desarrollada por investigadores del Instituto de Tecnología de California, Estados Unidos, de la Universidad de Bonn, Alemania, y otros centros de investigación. Fue descripta en la edición de junio de la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).

“Todos los vertebrados producen calor metabólico y los mecanismos son los mismos, solo que algunos animales tienen esos procesos acelerados y son los llamados endotermos. Los que poseen tasas metabólicas más bajas son identificados como animales ectotermos”, explicó a la Agencia CyTA Juliana Sterli, doctora en Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de La Plata. Al ser consultada sobre los resultados publicados en PNAS, señaló: “Los vertebrados endotermos suelen presentar temperaturas corporales mucho mayores a 30ºC (promedio de entre 36-38ºC en mamíferos y aún mayores en aves) y diariamente la temperatura se mantiene casi constante sin depender de los momentos del día y la noche, o de las estaciones del año.

Los animales ectodermos, como por ejemplo los cocodrilos, poseen temperaturas corporales más bajas, alrededor de los 30ºC, y pueden tener fluctuaciones de temperaturas diarias y anuales más marcadas, ya que están más influidos por las temperaturas externas.”

Entre los animales endotermos se encuentran las aves y los mamíferos. Una característica de los mismos es que presentan elementos aislantes del medio externo, plumas y pelos, en forma respectiva. Éstos elementos permiten mantener el calor metabólico, y evitar la incidencia del ambiente externo.

“Entre los animales ecto y endotérmicos hay un continuo de formas intermedias. Se ha observado por ejemplo que las temperaturas corporales son mayores y las variaciones en la misma son menores en los cocodrilos de gran tamaño. Por su parte los elefantes poseen tasas metabólicas más bajas que otros mamíferos por su gran tamaño y poseen modificaciones de su anatomía, por ejemplo grandes orejas muy vascularizadas. Con relación al comportamiento, baten las orejas para disipar el calor”, puntualizó Sterli que en la actualidad realiza sus estudios postdoctorales, centrados en tortugas extintas, en el Museo Egidio Feruglio de Trelew.

El método, descrito en la mencionada revista, se basa en la medición de la abundancia de los isótopos estables del carbono y del oxígeno como son el carbono 18 (C18) y el oxígeno 13 (O13) contenidos en un  mineral denominado apatita que está presente en los huesos y dientes. De acuerdo con los investigadores la abundancia del compuesto C13-O18 en especies actuales disminuye cuando las temperaturas corporales aumentan. Los modelos desarrollados para animales vivos, se aplican a los animales extinguidos y así se puede inferir la paleotemperatura corporal.   

Si bien la metodología debe ser perfeccionada, algunas pruebas demostraron que la técnica tenía cierta validez. Por ejemplo, los científicos observaron que la temperatura corporal calculada a partir del análisis de dientes de mamut coincidía con la temperatura de sus “parientes” actuales, los elefantes. Asimismo, las medidas realizadas a dientes de ancestros de rinocerontes y cocodrilos concordaban con las temperaturas de sus descendientes actuales.

Para conocer la temperatura corporal de los dinosaurios, habrá que esperar por un lado que la técnica sea perfeccionada, y por otro, que los minerales (apatita) de los fósiles estén bien conservados para analizar los isótopos que sirven para obtener los resultados buscados.

“Este estudio es muy interesante para poder realizar inferencias sobre la fisiología de animales extinguidos, a partir de sus representantes actuales. Sin embargo, hay que ser cautelosos a la hora de extrapolar estos resultados a grupos extintos como por ejemplo los dinosaurios. Existe un gran debate si los dinosaurios eran ectotermos o endotermos, algunos estudios sugieren que algunos grupos fueron ectotermos, mientras que otros grupos podrían haber sido endotermos, por ejemplo los celurosaurios, dinosaurios vinculados al origen de las aves”, subrayó Sterli.

Este trabajo resulta muy relevante para el ambiente paleontológico y se espeera que se pueda ir perfeccionando y ajustando el modelo mediante nuevos estudios, destacó la investigadora. Y agregó: “Es interesante para ser aplicado a investigaciones que estamos realizando junto a otros especialistas sobre los reptiles extintos del Eoceno (hace alrededor de 40 millones de años) de Patagonia, reptiles que se cree que se extinguieron a causa de un enfriamiento y aridización del clima a nivel mundial. Haciendo comparaciones con sus representantes actuales, se observa que los reptiles que son animales ectotermos se encuentran, en general, restringidos a zonas de clima cálido. Una disminución de la temperatura global podría entonces, haber causado la extinción de ciertos grupos en zonas de latitudes más altas como Patagonia.”

FOTO FOSIL
 

 

 

 

 

 

 

 

 

Fósiles en el Museo de Münster (Alemania)

Créditos: Thomas Ihle