Un equipo de investigadores observó que las hormigas del género Azteca utilizan  el “efecto velcro” para agarrarse firmemente de las hojas del árbol de la especie Cecropia para cazar presas de mayor tamaño. De acuerdo con los autores del trabajo, un grupo de ese tipo de hormigas es capaz de capturar presas que tienen poco más de 13 mil veces el peso de una hormiga individual. 

(28/06/10 – Agencia CyTA – Instituto Leloir)-. A principios de la década de 1940, mientras paseaba por una montaña el inventor suizo George de Mestral notó que los frutos del cardo alpino y de otras plantas se le pegaban a su ropa y al pelaje de su perro. Con un microscopio notó que esos frutos tenían un sistema de “gancho y lazo” que podría tener diferentes aplicaciones. Poco después Mestral inventó el Velcro y se hizo millonario.

Un trabajo, publicado en la edición del 25 de junio de PLoS ONE revela que las hormigas del género Azteca utilizan también el efecto velcropara agarrarse firmemente de las hojas del árbol de la especie Cecropia a fin de poder capturar presas más grandes.

Ese tipo de hormigas y de árbol tienen una relación simbiótica. Dichas plantas producen alimento y les dan hospedaje a esas hormigas a cambio de la defensa contra diversas especies de herbívoros. 

Los autores del trabajo –investigadores del Centro de Investigaciones Científicas de Francia y de la Universidad de las Antillas y la Guayana Francesa, entre otros centros de investigación-  estudiaron la estrategia de “caza” de las hormigas Azteca en árboles Cecropia en la Guayana Francesa.

Su caza se basa en una estrategia social muy elaborada. De acuerdo con sus observaciones, las hormigas se ubican en el borde de las hojas de los árboles y esperan la llegada de las diversas presas. Lo que descubrieron fue que las hormigas se unen a las hojas gracias al principio “velcro”. Este fenómeno se produce porque las hojas presentan unas ramificaciones de largos “pelos” a los que se enganchan las hormigas de un modo similar con el que funciona el velcro.

Según el estudio, gracias a ese principio un grupo de hormigas es capaz de capturar presas que tienen poco más de 13 mil veces el peso de una hormiga individual. 

Para los investigadores, su trabajo demuestra, entre otras cosas, el modo en que determinadas hormigas y especies de plantas se adaptan entre sí para alcanzar un beneficio mutuo.

 Efecto VELCRO

 

 

 

 

 

 

 

 

Un grupo de hormigas del género Azteca cazando una presa de mayor tamaño gracias al efecto “velcro”.

Créditos: ECOFOG