Un satélite espacial, cuya principal misión será captar la luz emitida por el universo 380 mil años después del Big Bang, está a punto de entrar en funcionamiento, reveló la Agencia Espacial Europea . Precisiones acerca de la tecnología que emplea.

(06/07/09 -Agencia CyTA-Instituto Leloir).- Poco falta para que el satélite espacial Planck comience a funcionar para obtener información que le permitirá a los astrónomos saber más sobre el origen del universo.

Según la Agencia Espacial Europea (ESA, según sus siglas en inglés), el satélite acaba de alcanzar su órbita definitiva en torno al segundo punto de Lagrange del sistema Sol-Tierra, conocido como L2, situado a cerca de 1,5 millones de kilómetros de distancia de la Tierra en dirección opuesta al Sol.

Para que el satélite pueda estudiar el Fondo Cósmico en Microondas, la primera luz emitida por el universo tan solo 380 000 años después del Big Bang, sus detectores deben estar a muy baja temperatura.

Hasta el momento esos detectores alcanzaron la extraordinariamente baja temperatura de funcionamiento de -273°C. Para llegar a esas temperaturas, Planck está equipado con un sistema de refrigeración pasivo que reduce su temperatura hasta unos -230°C radiando calor al espacio. Tres refrigeradores activos lo relevan en este punto para reducir todavía más la temperatura hasta la extraordinaria cifra de -273.05°C, tan solo 0.1°C por encima del cero absoluto – la temperatura más baja teóricamente posible en el Universo, informa la ESA.

Los detectores buscarán variaciones en la temperatura del Fondo Cósmico en Microondas del orden de la millonésima parte de un grado – lo que es comparable a detectar desde la Tierra el calor generado por un conejo sentado en la Luna. Este es el motivo por el que los detectores se deben enfriar a temperaturas cercanas al cero absoluto.

Con respecto a la etapa de desplazamiento y puesta en marcha de Planck, Chris Watson, responsable de las operaciones del satélite, señaló que él y sus colegas por el momento están satisfechos de ver cómo Planck alcanza finalmente su órbita operacional. Habrá que esperar por más resultados.