(16-10-08 -Agencia CyTA-Instituto Leloir. Por Bruno Geller) – Durante 2009 habrá dos aniversarios significativos relacionados con Charles R. Darwin: el bicentenario de su nacimiento (12 de febrero de 1809) y el sesquicentenario de la publicación de la primera edición de “El Origen de las Especies” (24 de noviembre de 1859), una de sus dos principales obras.

En todo el mundo, y también en la Argentina, se realizarán exposiciones, conferencias, debates y actividades de divulgación, sobre la vida y obra de “quizás, el científico sobre quien más se ha escrito”, señaló en una entrevista concedida a la agencia CyTA Héctor A. Palma, doctor en filosofía, magister en Ciencia, Tecnología y Sociedad, y epistemólogo, experto en evolución y filosofía e historia de la biología.

Palma, que se desempeña como Secretario de Investigación de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM), y un equipo de colegas de esa casa de estudios organizan actividades dirigidas a especialistas y al público para comprender, participar o promover un debate sobre el aporte de la obra de Darwin y el sentido que cobra su obra en la cultura contemporánea.

Darwin en la Argentina, obra que será publicada por la editorial de la UNSAM (UNSAMEdita), y que recoge, principalmente, los testimonios de Darwin y Fitz Roy y algunas repercusiones del pasaje de Darwin en 1833 por la Argentina, Metáforas y modelos científicos, el lenguaje en la enseñanza de las ciencias (El Zorzal, 2008) y Metáforas en la evolución de las ciencias (J. Baudino Ediciones, 2004), son sólo tres de toda una serie de libros de Palma que reflejan su vasta experiencia en el campo de la investigación y de la reflexión sobre muchos temas, entre ellos los aportes y otras consecuencias del trabajo y pensamiento de Darwin en la cultura de la humanidad.

-¿Cómo y en qué medida la Teoría de la Evolución de Darwin ha marcado el desarrollo de las ciencias biológicas?

Es bastante difícil decirlo brevemente porque se trata justamente de la historia de un enorme capítulo de la biología que tiene ya ciento cincuenta años. Quizá el feliz título que ese otro eminente biólogo que fue Theodosius Dobzhansky encontrara para uno de sus artículos resuma el estado de la cuestión: “Nada en biología tiene sentido si no es a la luz de la evolución”. La publicación de El Origen de las Especies, en 1859, significó el punto culminante de una revolución científica fundamental bajo cualquiera de los criterios epistemológicos e historiográficos corrientes y marcó el desarrollo de las ciencias biológicas hasta nuestros días. La teoría de la evolución hoy no es exactamente la misma que expusiera Darwin. Por un lado, algunos de los problemas que acosaban a su teoría (como, por ejemplo, “la imperfección del registro fósil”, el cálculo de la antigüedad de la Tierra y la carencia de una teoría de la herencia) hoy ya no son temas de discusión. En paralelo, los aportes de la genética (mendeliana, de poblaciones y finalmente la molecular), el neodarwinismo de Weismann que elimina la herencia de los caracteres adquiridos, y la teoría sintética a partir de los años ‘30 del siglo XX (principalmente los aportes Dobzhansky, pero también Huxley, Mayr y Simpson) fueron modificando pero a la vez reforzando la propuesta inicial darwiniana basada en el origen común de lo viviente y en la selección natural como mecanismo evolutivo fundamental.

-¿Qué impacto produjo en la sociedad, en la cultura y en otras áreas del conocimiento?

El darwinismo ha tenido, además, una profunda repercusión en otras áreas de la ciencia evidenciando, dicho sea de paso, la íntima interrelación de los saberes científicos entre sí y el modo en que algunos desarrollos en áreas específicas –en este caso la biología evolucionista, pero algo similar ocurrió con la mecánica newtoniana– aportan conceptos explicativos, y metáforas que se expanden hacia otras áreas. En efecto, la teoría darwiniana de la evolución –forzada ideológicamente en ocasiones– colonizó y al mismo tiempo proveyó de herramientas conceptuales y explicativas a la sociología, la antropología, la economía, la ética, la sociobiología humana, la epistemología, la psicología y la medicina.

Pero además, la irrupción de la teoría darwiniana de la evolución biológica, provocó la revolución antropológica, cultural e ideológica más profunda y amplia, derivada de una teoría científica, en toda la historia. No sólo redefinía la noción de especie en una perspectiva poblacional desechando la mirada esencialista o tipológica, sino que ubicaba a la especie humana derivando de ancestros no humanos y como el resultado de una historia evolutiva particular y contingente. Esto eliminaba no sólo la creencia en la creación especial (según la cual dios habría creado a cada especie por separado), sino sobre todo la idea del hombre hecho a imagen y semejanza del creador, como culminación de la creación y con un lugar privilegiado en el mundo. Por ello la teoría darwiniana de la evolución es incompatible con la ortodoxia religiosa cristiana y eso explica la inclaudicable oposición de ésta.

-¿Podría dar algunos ejemplos de cómo determinados grupos políticos y sectores sociales adaptaron en sus discursos algunos conceptos de Darwin para justificar desigualdades sociales y raciales, entre otras?

El proceso de la expansión de la teoría biológica de la evolución en un contexto evolucionista general fue sumamente complejo, de modo tal que la teoría darwiniana viene a empalmar con un marco racista –preexistente pero que en el siglo XIX comienza a fundamentarse en teorías científicas como la frenología, la craneometría, la antropología criminal y la antropología evolucionista- en un ambiente cultural e ideológico evolucionista en el cual se separa -en forma analítica y artificial – la teoría (en tanto conjunto de enunciados) del contexto.

En la primera mitad del siglo XX, con evidentes marcas de un evolucionismo más spenceriano y la influencia haeckeliana, el darwinismo estuvo presente en la antropología criminal, sobre todo, aunque no exclusivamente, de la escuela positivista italiana de Césare Lombroso. El médico italiano explicaba la conducta del “criminal nato” a partir de una idea predarwiniana, la teoría de la recapitulación, según la cual la ontogenia repite la filogenia. El desarrollo de cada individuo (la ontogenia) repetiría la secuencia de la evolución (filogenia) a partir de los ancestros animales. Así, la criminalidad resultaría un atavismo, es decir un rasgo de un ancestro animal que en algunos individuos deja de estar solo latente como un paso evolutivo y aflora en sus conductas. Asimismo, el darwinismo formó parte sustancial del movimiento eugenésico que durante la primera mitad del siglo XX se expandió por todo el mundo. La eugenesia consiste en promover la reproducción de los “superiores” y desalentar o impedir mediante tecnologías médicas o sociales, la reproducción de los “inferiores”, catalogados según razas, pero también según diferencias de clase social o directamente nacionalidades, como gitanos, rusos judíos, hindúes y otros; o bien según grupos como delincuentes, prostitutas, alcohólicos, deficientes mentales, enfermos en general -epilépticos, locos, sifilíticos, tuberculosos, entre otros-, agitadores políticos, ácratas -es decir anarquistas-, maximalistas o bolcheviques.

-¿Diría usted que hay una ofensiva de la iglesia para cuestionar la teoría de la evolución? ¿En qué consiste la teoría del diseño inteligente que han acuñado?

-Hablando en un sentido estricto, cualquier intento de conciliación entre el cristianismo y la teoría darwiniana de la evolución conlleva violentar o bien la evolución o bien la religión. Esta disputa nunca cesó y actualmente, se manifiesta en los constantemente renovados embates de los grupos religiosos más fundamentalistas, sobre todo de Estados Unidos, y en menor medida en Europa, apoyados por algunos pocos científicos, aunque nunca en publicaciones especializadas, por reinstalar la discusión entre evolución y la llamada “teoría del diseño inteligente”. El debate adquiere, en realidad, estatus político e ideológico, dado que se encuentra académica, intelectual y epistemológicamente saldado y lo que hoy se denomina “diseño inteligente” no es ni más ni menos que el famoso argumento de la teología natural de William Palley de 1802, según el cual los compuestos complejos –como un reloj o un ser viviente- no podían ser el resultado del azar de las fuerzas naturales sino de un acto de creación sobre un diseño previsto.

Es una situación compleja porque mientras por un lado el “diseño inteligente” no es una alternativa científica a la teoría de la evolución, y en este sentido prácticamente no hay discusión porque los científicos no le otorgan entidad de interlocutor; por otro lado en el nivel de la divulgación y en los pliegues de la enseñanza primaria y secundaria la discusión aparece. Hay una militancia política e ideológica inclaudicable por parte de estos grupos. En la Argentina, ni siquiera hay discusión y, salvo excepciones, es notoria la ausencia de la cuestión de la evolución en los institutos de formación docente y por consiguiente en los establecimientos de enseñanza media (tanto confesionales como en muchos de los públicos) a despecho de que aparezca como parte del currículo en los documentos oficiales. Hay provincias enteras en las cuales no se enseña evolución.

-Durante 2009 habrá dos aniversarios relacionados con Charles Darwin: el bicentenario de su nacimiento (12 de febrero de 1809) y el sesquicentenario de la publicación de la primera edición de El Origen de las Especies (24 de noviembre de 1859), ¿podría contar brevemente qué actividades van a realizar en la Universidad Nacional de San Martín y por qué?

Efectivamente, el año próximo será el año Darwin en todo el mundo. Ya hay una enorme cantidad de eventos académicos programados y la Universidad Nacional de San Martín hará lo propio en la Argentina. El evento culminante consistirá en las “JORNADAS 200/150: Año Darwin en la UNSAM. A 200 años del nacimiento de Darwin y a 150 años de EL ORIGEN DE LAS ESPECIES”, un evento académico que se desarrollará en el Campus Miguelete (San Martín) de la universidad los días 7, 8 y 9 de octubre de 2009. Ya está abierto el periodo de recepción de ponencias en las siguientes áreas temáticas: perspectivas contextuales sobre la teoría darwiniana de la evolución; controversias teóricas actuales en torno al darwinismo/evolucionismo; influencia de la teoría darwiniana de la evolución en otra áreas del pensamiento científico; teoría de la evolución y evolucionismo; la evolución como metáfora; el darwinismo y el “creacionismo científico”; Darwin, darwinismo y religión; Darwin, darwinismo y los debates sobre la naturaleza humana; la recepción teórica del darwinismo/evolucionismo en la argentina; la enseñanza de la evolución; Darwin y el darwinismo en la literatura; darwinismo y eugenesia. A partir de los trabajos seleccionados se realizará otra selección para publicar por la editorial de la UNSAM (UNSAMEdita).

Están previstas otras actividades de divulgación, mediante alguna publicación y algunos micros de radio aprovechando la reciente inauguración de la radio de la UNSAM, y algunas conferencias. Incluso estamos pensando en traer al Teatro Tornavías (que se encuentra en el Campus Miguelete) una obra de títeres acerca de Darwin.