A partir de una semilla de dos mil años de antigüedad, científicos israelíes consiguieron una palmera datilera. El logro forma parte de un proyecto dirigido a desarrollar plantas medicinales, entre otros fines.

(18/06/08 – Agencia CyTA-Instituto Leloir) – En China, consiguieron hacer germinar una semilla de Loto de 1300 años de antigüedad. La marca fue superada por científicos de Israel, que hicieron lo mismo a partir de una semilla de palmera datilera de dos mil años, reveló la revista científica Science de junio.

De acuerdo con los expertos, encabezados por Sarah Sallon, del centro de investigaciones de medicina natural del hospital Hadassah de Jerusalén, la semilla se encontró, junto a otras, durante una excavación arqueológica realizada en la fortaleza judía de Masada en los años 60. Posteriormente, las semillas fueron almacenadas en condiciones apropiadas.

Cuatro décadas después, Sallon y sus colegas, decidieron dar vida a las semillas. Luego de 26 meses, una de ellas se convirtió en una palmera datilera que ya alcanzó una altura de 1,20 metro. Vale acotar que las palmeras datileras modernas suelen alcanzar una altura promedio de 20 metros de altura.

Según Roberto Benech-Arnold, científico del Instituto de Investigaciones Fisiológicas y Ecológicas Vinculadas a la Agricultura (IFEVA) y profesor titular de la Facultad de Agronomía de la UBA, “Hay semillas que son naturalmente “longevas”. Si a esa longevidad se le agregan condiciones de almacenamiento excepcionalmente buenas, se podría esperar que esas semillas se conserven en buen estado por largo tiempo”.

¿Qué se entiende por condiciones de almacenamiento buenas? Benech-Arnold, quien también es investigador principal de CONICET, explica que la velocidad con la que avanza el deterioro depende del contenido de humedad de las semillas y de la temperatura a la que están almacenadas. “Cuanto menos humedad poseen y cuanto menor es la temperatura durante el almacenamiento, más lentamente avanza el deterioro”, afirma. Y continúa: “Estas semillas estuvieron en un ambiente extremadamente seco, lo que seguramente determinó que su contenido de humedad se haya mantenido en un nivel muy bajo a lo largo de los años, a pesar de que las temperaturas en ese ambiente no deben haber sido precisamente bajas”.

Con respecto a la antigüedad de las semillas, ésta pudo determinarse a partir de exámenes de radiocarbono realizados en el laboratorio de radiocarbono de la Universidad de Zurich, Suiza. “El estudio se basa en determinar la abundancia de un isótopo radioactivo del carbono, el carbono 14, en relación al carbono total de un tejido determinado. La abundancia de ese isótopo radioactivo (el carbono 14) está en función de la edad de lo que se analiza. Por lo tanto, determinando la proporción de carbono 14 presente puede obtenerse una idea bastante aproximada de la edad de lo que se está analizando”, indica Benech-Arnold.

Sallon y sus colegas pretenden seguir estudiando la planta para diversos fines: para usos medicinales y para averiguar si la cruza de la palmera datilera – bautizada con el nombre de Matusalén -, con palmeras modernas da lugar a especies más resistentes a las sequías y a enfermedades, entre otras posibilidades.