Una nueva tecnología abriría el camino hacia la obtención de injertos de piel, tejidos óseos o vasos sanguíneos en el laboratorio con fines médicos. La revista científica “Nature” dio a conocer los resultados alcanzados por un equipo de científicos de Francia.

(26/05/08 – Agencia CyTA-Instituto Leloir) – Científicos de la Universidad de Lyon, Francia, fabricaron biomateriales a partir del chitosan, un polímero natural obtenido de la cutícula (exoesqueleto) de calamares, con el objeto de usarlo como “armazón” para el crecimiento de células a ser utilizadas en la obtención de tejidos. El estudio fue publicado en la edición de marzo de la revista científica Nature. El objetivo a largo plazo es desarrollar injertos de piel o vasos sanguíneos, entre otros tejidos, para emplearlos en tratamientos médicos.

El trabajo, liderado por el doctor Sébastien Ladet, consistió en la creación de membranas formadas a partir de hidrogeles, es decir, mallas compuestas por polisacáridos obtenidos del chitosan y una gran proporción de agua.

De acuerdo con los investigadores, eligieron el chitosan por ser biodegradable, biocompatible e inhibidor de la proliferación de bacterias y hongos.

Estructuras tridimensionales

Comúnmente, en los laboratorios se cultivan células de distintos tejidos que se adhieren sobre la superficie de una botella. Así, el crecimiento ocurre en dos dimensiones. La ventaja de cultivar células inmersas en un medio gelificado es que las células crecen en tres dimensiones. O sea que los biomateriales pueden adoptar formas esféricas, tubulares o de disco, entre otras. Y de esa manera imitan la arquitectura de los tejidos del cuerpo humano.

Ladet y sus colegas cultivaron en esa malla de hidrogel, condrocitos de conejo: células que forman parte del tejido cartilaginoso. De ese modo, produjeron una gran cantidad de tejido similar al cartílago. A partir de la experiencia, los autores del estudio piensan que esa técnica también podría ser útil para desarrollar implantes de tejido óseo.

Si bien esta metodología se encuentra en una etapa de experimentación muy temprana, los resultados logrados por el grupo de investigadores francés abren nuevas perspectivas dentro del campo de la ingeniería de tejidos.