Científicos del Reino Unido hallaron que los elefantes usan su excelente memoria y sentido del olfato para mantenerse en contacto y reconocer a sus pares. Los olores de la orina de estos mamíferos funcionan como señales en sus periplos por la selva.

(07-12-2007. Agencia CyTA-Instituto Leloir. Por Alejandro Manrique) – De acuerdo con un estudio publicado por la revista de la Royal Society, un elefante africano puede reconocer a docenas de sus congéneres por el olor de la orina y usa su poderosa trompa para rastrear dónde están.

Diversas especies animales han mostrado esta práctica para identificar individuos de su grupo, pero esta es la primera vez que dicha habilidad se descubre en los elefantes.

Los investigadores estudiaron cómo los elefantes rastrean hasta unos 30 miembros de su grupo cuando viajan.

Los elefantes se enfrentan con un particular desafío porque, cuando se movilizan, los grupos cambian regularmente la composición y los miembros no caminan en un orden fijo.

Lucy Bates y Richard Byrne, de la Universidad de Saint Andrews, quienes llevaron a cabo el estudio, descubrieron que los elefantes en Kenia pudieron reconocer a miembros de su manada por el efluvio de sus depósitos de orina. No sólo usaron esta información para identificar a otros elefantes, sino que fueron capaces de recordar dónde estaba o estuvo cada uno en particular en un momento dado.

El profesor Byrne dijo que “es difícil para el hombre seguir los pasos cuando estamos en grupo, por ejemplo en un centro comercial con amigos o familiares, imaginemos si fuésemos 30 de nosotros. Para los elefantes, que tradicionalmente viajan en grupos familiares de ese tamaño, el problema es mucho más difícil porque su visión diurna no es buena. Y lo que empeora esta situación es que los grupos cambian de composición de semana a semana y los miembros no caminan en un orden fijo”.

Sin embargo, los elefantes tienen dos ventajas sobre el hombre: un excelente sentido del olfato y, como bien dice el saber popular, una buena memoria.

Olores desconcertantes

Los elefantes forman grupos familiares matriarcales que viajan y buscan comida juntos. Cada miembro necesita saber dónde esta el otro, dado que se dividen en grupos más pequeños o se juntan con otros a medida que vagan por la selva.

Los investigadores trabajaron con integrantes del “Amboseli Trust for Elephants” –el proyecto más grande del mundo para el estudio de los elefantes en estado natural. Tiene como objetivo proteger la vida de 1500 elefantes en el Parque Amboseli de Kenia– y pusieron a prueba las habilidades de los elefantes para reconocer individuos por el olor de la orina. Así, encontraron que los elefantes tenían interés en muestras que habían sido depositadas anteriormente por un miembro de la manada que estaba ausente.

Los científicos también probaron cómo los elefantes siguen el rastro a los miembros de la manada que en un preciso momento viajan con el grupo, y determinaron que los elefantes se mostraban “sorprendidos” al hallar muestras de orina en el lugar supuestamente equivocado.

El profesor Bates explicó que procedieron a colocar depósitos de orina en lugares donde los elefantes realmente no lo habían hecho, dado que procedían de un ejemplar que estaba detrás del grupo. “Nos percatamos que solamente si cada elefante estaba continuamente actualizando su memoria de dónde estaba cada uno de sus pares, y podía identificar a los individuos específicos por su orina, mostraban una reacción diferente para cada caso. Nuestros elefantes mostraron una gran reacción de sorpresa ante las muestras de un miembro de la familia que en realidad se encontraba detrás de ellos en ese momento”.

A la frase popular “memoria de elefante” tal vez ahora se le pueda agregar “olfato de elefante”. La capacidad de los elefantes en reconocer y seguir el rastro de sus pares en forma constante en sus grandes manadas –con grupos que cambian frecuentemente- por medio de sus depósitos de orina es otra cualidad admirable de su gran memoria.