(17/12/07. Agencia CyTA-Instituto Leloir. Por Laura García Oviedo, desde Barcelona) – El catalán Vladimir de Semir es periodista científico desde hace 25 años, dio sus primeros pasos en la profesión en el diario “La vanguardia” y en la actualidad es director del Observatorio de la Comunicación Científica de la Universidad Pompeu Fabra, en Barcelona. Además, es el director de la revista de comunicación de la ciencia “Quark” desde hace 12 años.

De Semir es miembro de diferentes redes internacionales de comunicación pública de la ciencia, y además es columnista de revistas como Muy Interesante. También se desempeña desde 2003 como comisionado para la “Difusión y Promoción de la Cultura Científica” en el Ayuntamiento catalán.

Durante el Foro Europeo de Periodistas Científicos, que se realizó en Barcelona del 3 al 4 de diciembre, De Semir habló con la Agencia CyTA acerca del rol de esa rama del periodismo, destacó detalles de su evolución y opinó sobre los riesgos de que continúe la tendencia hacia “el periodismo espectáculo”.

– ¿Dónde nació y cuándo comenzó a trabajar en periodismo científico?

-Nací en Barcelona, hace casi 60 años, y comencé a trabajar en periodismo científico exactamente el 10 de octubre de 1982, que es la fecha en que se publicaron las primeras páginas de ciencia dentro de “La Vanguardia”. Fue el inicio de una larga andadura, que dio pie a varios suplementos en diferentes fases durante 15 años, hasta julio del 87.

-¿Comenzó como reportero, y luego llegó a ser editor?

-Sí. Empecé siendo corresponsal comercial, después entré a ser ayudante de redacción, a editar crónicas, luego entré a la sección de política en la época de la transición política en España; y luego me encargué de cubrir el cambio tecnológico en el diario. La condición que puse es que fuera responsable del cambio tecnológico y de la informática. Decidimos hacer páginas semanales que fueron el cambio de mi vida, y la especialización definitiva como periodista científico. Esto también me llevó a la universidad, en 1984, cuando nació la Universidad Pompeu Fabra y se crearon los estudios del periodismo, donde yo doy una asignatura de periodismo científico. Además se ha creado el observatorio de la comunicación científica.

-¿Usted creó el Observatorio de la Comunicación de la Ciencia en esa universidad?

-Sí, es un centro de análisis de la transmisión del conocimiento científico a la sociedad. Y de ahí salió la idea del master de comunicación científica, que ahora cumplió 12 años. Eso también me llevó a la política, porque en 1999 el acalde me pidió que entrara a la lista electoral para una nueva área en el ayuntamiento, que es el área de “Ciudad del Conocimiento”, donde se incluyen políticas de diseminación de la cultura científica. Ahora sigo trabajando allí como Comisionado.

-Durante su trayectoria, ¿qué cambios ha visto en el periodismo científico?

-Estamos hablando de 25 años, es una parte del periodismo moderno que hemos vivido. Independientemente del hecho de que el periodismo científico y la divulgación científica siempre han estado presentes en los medios a lo largo del siglo pasado, está claro que fue a partir de la segunda mitad del siglo, y sobre todo a partir del final de la carrera espacial, es cuando se consolida… De hecho el New York Times crea su sección de ciencia en 1978. Por lo tanto estamos hablando de la consolidación del periodismo científico, y en esta consolidación hemos pasado por muchas etapas.

-¿Podría describirlas?

-Primero, una etapa de abrirnos al mundo, de interaccionar entre el mundo de la ciencia y el de los periodistas, y de convencer a los científicos que había que comunicar, algo que al principio no era fácil. Ahora es algo que los científicos han entendido que es parte de un star-system, por lo cual también hay que ir con cuidado. Por lo tanto hemos pasado, si lo tengo que resumir en pocas palabras, de pedir más información y abrir caminos, a una situación actual que considero que deberíamos contar e informar menos y reflexionar más las noticias.

-¿Contar menos?

-Deberíamos contextualizar más la información. Creo que actualmente hay un exceso de fuentes y de información, que perjudica al mismo periodismo científico porque hace que todo se trivialice y se banalice. Un mensaje después de otro sobre los genes que se han descubierto, sobre las células madre, que no tienen además una aplicación inmediata, crea unas expectativas que pueden ser contraproducentes en la sociedad.

-¿La banalización también está relacionada con la necesidad editorial de tener títulos de alto impacto?

-Evidentemente hay una clara deriva del periodismo hacia el periodismo de espectáculos, hacia el periodismo zapping y hacia el pensamiento único. Lo estamos viendo no sólo en el periodismo científico, sino en general. Pero también lo padecemos los periodistas científicos. Mensajes rápidos, contundentes, que creen emociones, que levanten audiencias, pero que detrás hay poca sustancia.

-¿Cree que hoy el periodismo científico está en una etapa de crisis?

-Deberíamos estar en una etapa de transformación y de reflexión. Pero sucede que adicionalmente el mundo del periodismo en general acostumbra a reflexionar muy poco sobre su función social y educativa, porque también la tenemos aunque no la queramos reconocer, y quizás los periodistas científicos seamos los que más reflexionamos. La prueba es este foro, y los foros de periodismo científico. Por lo tanto creo que somos una excepción dentro del periodismo, porque hay muy pocos foros de periodismo, por ejemplo político, económico o deportivo. O al menos yo no conozco. Ahora, estamos en un período de deriva, seguramente estamos en una crisis de crecimiento. Ha habido una eclosión de fuentes de información, una eclosión de sistemas de información a través de Internet y del correo electrónico.

-¿Y también considera que ha crecido la cantidad de nuevos periodistas de ciencia?

-Está creciendo también, pero no de manera consolidada. Está creciendo la cantidad de publicaciones, de revistas y diarios, que nacen y mueren. Es bastante aleatorio, pero creo que hay un crecimiento claro. Ahora debería haber una época de sedimentación, de reflexión. Si no, nos podemos ir en deriva. Ya hay un declive del mundo de la información en general, de la buena información, hacia el espectáculo. Y hay una deriva dentro del periodismo científico, que siempre ha intentado ser más riguroso, arrastrado por ese declive del mundo de la comunicación.

-¿Qué es para usted el periodismo científico, y cuál es su rol en la sociedad?

-El rol tradicional del periodista científico es el de cualquier periodista, actuar de intermediario entre gente que sabe cosas y gente que no sabe. El periodista es un transmisor, y a veces un analista, de un conocimiento a un desconocimiento, el que sea. Un suceso, por ejemplo, uno lo explica al que no lo ha visto. Y dentro de este ámbito, evidentemente el periodismo científico tiene una función básica de transmisión de este conocimiento científico, que es esencial para comprender este mundo donde vivimos. Pero no es esencial sólo para comprenderlo intelectual y culturalmente, sino para comprenderlo social y económicamente, porque estamos en un proceso de transición hacia la sociedad del conocimiento.

-¿Y cuál es el elemento clave en ese proceso?

-El eje vertebrador es la investigación, el desarrollo y la innovación (I+D+I ). A mí me gusta ampliar esa fórmula con un catalizador que es la “C” de Comunicación y Cultura. Para llegar a la sociedad del conocimiento, debemos desarrollar la I+D+I en un contexto donde la sociedad comprenda, aproveche las ideas y las oportunidades de este mundo. La meta es que la gente se suba al carro desde el punto de vista profesional porque las nuevas oportunidades de progreso van a venir de esta ecuación o reacción en cadena. Por eso, es fundamental que se acompañe de este conocimiento, de esta comunicación, de esta cultura, que son el catalizador de esta reacción en cadena.

-Hay periodistas que provienen del mundo del periodismo y que comienzan a cubrir ciencia, y también hay periodistas que originalmente hicieron una carrera universitaria de ciencia y luego se especializan en comunicación. ¿Cuál debería ser la formación de un periodista científico?

-Todas las formaciones son buenas si se hace buen periodismo, y para hacer periodismo científico no hay un solo camino. En absoluto. Yo conozco filósofos que son reconvertidos en periodistas, excelentes. Y hay otros muchos casos. Para ser periodista evidentemente se debe nacer con ciertas dotes, aunque se pueden aprender muchas cosas. En el mundo complejo en el que vivimos parece recomendable que haya una formación previa, sea cualquier rama del periodismo, incluso de ciencia. Por ejemplo en nuestro master, dos terceras partes de los alumnos son científicos que se reciclan en el mundo de la comunicación; y una tercera parte viene de la comunicación. Creo que es un ejemplo, y los dos conviven muy bien y salen muy buenos profesionales. Insisto, todas las vías son buenas siempre que haya criterio y profesionalidad.

-¿Qué es el “buen” periodismo científico?

-Es saber conjugar el rigor con la amenidad, esto se puede aprender, tener buenas técnicas de divulgación, de lenguaje, discursivas, que faciliten este entendimiento. Y también es necesaria una cosa que es innata al periodismo, tener buenas dosis de intuición.

-Con respecto a la revista “Quark”, que usted dirige, ¿cuáles han sido sus grandes logros?

-Creo que el logro de la revista no se puede centrar en un aspecto, sino en su globalidad. Es una revista donde se une la ciencia, la medicina, la comunicación y la cultura, como dice el subtítulo desde un primer momento. Esta amalgama, esta mezcla, es lo que le da esta cualidad de tener diversidad interdisciplinaria. Ella es la que hace que el mensaje, el análisis, sea mucho más abordable desde diferentes factores.

-¿La maestría de comunicación científica de la Univesidad Pompeu Fabra se dictará también en Buenos Aires en 2008?

-Sí, estamos trabajando en el proyecto. Es muy posible que a mediados del año que viene se ponga en marcha en Argentina, pero aún falta determinar algunos detalles.

-¿Cuál cree que es el futuro del periodismo científico?

-Soy muy optimista, si el eje vertebrador de la sociedad del conocimiento es la investigación, el desarrollo y la innovación, el periodismo que informa y analiza, y colateralmente educa, a la población sobre estos temas va a ser cada vez más importante. Esto también vinculado periodismo económico, político, cultural. Debemos, poco a poco, comenzar a hacer sinergias.

-Hay gente que dice que el periodismo científico es sólo periodismo…

-El periodismo es periodismo, por lo tanto las reglas básicas son las mismas. Pero lo que sucede es que luego hay una especificidad obvia que también la tiene el otro tipo de periodismo.

-En México se distingue bien el periodismo de la divulgación científica, ¿qué opina de una distinción tajante?

-A ver, si me preguntan sobre el periodismo científico con respecto al periodismo, es periodismo. Si me preguntan sobre periodismo y divulgación, pienso que el periodismo científico es en parte divulgación pero no es estrictamente divulgación. El periodismo es información, análisis y divulgación. Pero eso también es consustancial con el periodismo en general, que también es divulgar cosas.

-En Argentina se está creando una red de periodistas científicos, ¿quisiera dar algún consejo?

-Consejo no le debería dar a nadie, pero les diría que pensaran en el aspecto sustancial de nuestra característica de periodistas: que somos el sector del periodismo especializado que más reflexionamos sobre nuestra propia función. Y eso es bueno que se mantenga y que se amplíe. Somos bastante analíticos, seguramente al estar en contacto con el mundo de la metodología científica, sabemos lo que es una hipótesis, una demostración, una experimentación y una tesis, y que hemos de revisar siempre la información, y actualizarla, yo creo que eso ha impregnado al periodismo científico. Esa metodología científica se nos ha impregnado, y por eso somos más reflexivos, más analíticos, o al menos deberíamos serlo.

RECUADRO

UN ENCUENCTRO EN EL VIEJO MUNDO

(17/12/07. Agencia CyTA-Instituto Leloir. Por L.G.O., desde Barcelona)- Con la participación de periodistas de Francia, Italia, España, Croacia y de otros países de la Unión Europea, del 2 al 4 de diciembre se realizó un Foro dedicado exclusivamente al periodismo científico. La cita fue en la ciudad catalana de Barcelona. Entre los escasos asistentes de otros continentes, estuvo presente una periodista de la Agencia CyTA.

“Uniendo ciencia y sociedad: Europa necesita un fuerte periodismo científico”, “El periodismo científico en un mundo cambiante”, y “Maximizando los recursos humanos en periodismo científico, los desafíos de capacitación para periodistas y científicos”, fueron algunos de los títulos de los paneles.

Durante el encuentro se realizaron varios anuncios, por ejemplo se presentó el reporte llamado “Eurobarómetro de Investigación Científica en los Medios”. Ese estudio se encarga de sondear qué sucede con las audiencias y los medios con respecto a la ciencia. Por ejemplo, el 57 por ciento de los encuestados dijo estar interesado en leer noticias sobre ciencia, y el 53 por ciento se mostró a favor de la inclusión de una sección en el periódico dedicada a ese tipo de cobertura.

Una de las cualidades del foro fue la constante preocupación de los participantes por el rol del periodismo científico en la sociedad: los europeos valoran y estimulan su crecimiento. Sin ir más lejos, se presentó una “Guía Europea de Formación en Periodismo Científico”, con un listado detallado de las opciones para capacitarse en cada país.

Entre los asistentes, hubo periodistas de Nature, del periódico británico The Guardian, del diario español El País, y hasta de la oficina de comunicación del Massachussets Institute of Technology (MIT) de los Estados Unidos. También asistieron científicos que presentaron de manera exclusiva sus investigaciones a los participantes.