Investigadores de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) crearon un software que contribuye a detectar anomalías cardíacas. El trabajo fue transferido a una empresa que lo comercializa en toda Latinoamérica.

(22/10/07 – Agencia CyTA-Instituto Leloir. Por Romina Kippes – UNL) – El sistema es, generalmente, tedioso: el médico le solicita al paciente una prueba diagnóstica mediante un Holter, que registra 24 horas de señales cardíacas en la persona en movimiento. Luego, el médico revisa esas 24 horas para dar un diagnóstico preciso. Ahora ese análisis puede hacerse en unos minutos, si el médico utiliza un software que detecta instantáneamente –y con gran precisión- distintas patologías cardíacas a partir de las señales que quedan grabadas en el Holter.

El software (en realidad, el algoritmo que dio lugar al software) fue inventado por científicos de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Hídricas (FICH) de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) y el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas (CONICET), quienes se encargaron de una operación que parece sencilla pero no lo es en absoluto: lograr que la computadora detecte señales de la misma manera que lo haría un humano.

“Nosotros no hicimos el software tal como se ve en la pantalla de la computadora; podríamos decir que nos ocupamos de su corazón”, señaló el doctor Diego Milone, uno de los investigadores que trabajó en el desarrollo.

Ese “corazón del software” es un algoritmo capaz de encontrar por sí mismo aquellos eventos cardíacos que pueden resultar de interés para el médico, lo que alivia considerablemente su tarea. “En menos 2 minutos de señal hay algo más de 120 latidos en tres canales diferentes; imaginate lo que es en 24 horas de señal continua. Para un investigador puede ser posible, pero para un médico que tiene que atender un paciente cada 30 minutos analizar toda esa información es impensable”, ejemplificó Milone.

En promedio, cada Holter implica analizar 100.000 latidos, algo que a un cardiólogo muy entrenado le demandaría algo así como tres horas por estudio, al ritmo de 10 latidos por segundo. Con el uso del software, ese mismo médico hoy puede tener el

informe impreso, y listo para entregar al paciente, en sólo 15 minutos.

Qué aporta el sistema

Los diagnósticos de un Holter sirven para controlar a los enfermos cardíacos y detectar arritmias asintomáticas durante todo un día, sin alterar su rutina cotidiana. En realidad, lo que hacen es “traducir” el trabajo del corazón en señales eléctricas, que son grabadas en un sistema más o menos sofisticado.

Pero en una grabación de 24 horas de señal cardíaca hay muchos datos que sólo pueden ser analizados por un médico: la computadora por sí misma no puede saber qué son.

En este punto aparece el algoritmo diseñado por los investigadores de la UNL, que se encarga de buscar patrones similares y juntarlos. “Entre tantas señales, el software busca patrones estándar y anómalos, y los agrupa. De esta manera se ayuda a detectar ciertos eventos cardíacos críticos que pueden desencadenar algún problema al paciente”, dijo Milone.

El sistema funciona así: en primer lugar, el algoritmo busca “formas de interés” (patrones estándar/patrones anómalos) y se las presenta al médico; luego el médico define las patologías que le interesa encontrar, según sea el caso de cada paciente; y finalmente el software detecta en qué momento del día (del total de las 24 horas) ocurrieron esos eventos.

“El algoritmo debe enfrentarse con una gran cantidad de información y agrupar morfologías comunes en diferentes momentos del día, así sean frecuentes en el registro u ocurran durante episodios aislados. Todo esto tiene que ver con lo que en inteligencia artificial se conoce como ‘descubrimiento automático de conocimientos’ o ‘minería de datos’: la computadora no busca algo que conocemos y le indicamos de antemano, sino que descubre cosas interesantes dentro de una gran cantidad de datos, cosas que nosotros no conocemos de antemano”, explicó el investigador.

Ciencia que se vende

El grupo de investigadores que inventó el algoritmo trabaja en el segundo piso del edificio de la FICH. Pero a esta altura de la globalización, trabajan desde ahí y hacia el mundo, y sus trabajos han tenido trascendencia en muchos otros países.

Esto acercó a Ekosur –una empresa que fabrica y comercializa equipamiento médico- a la UNL, que “fabricó” el algoritmo en función de las necesidades de la firma. Luego hubo quien volvió operable el sistema (lo convirtió en un software de uso amigable) y entre todos lograron un aparato que hoy se vende con mucho éxito en países de toda Latinoamérica.

Actualmente, la empresa vende sus productos (ya ha colocado más de 450 equipos de Holter en el mercado) en nuestro país y en Uruguay, Chile, Paraguay, Bolivia, Perú, Ecuador, Venezuela, Colombia y México. Y va por más.