En poco más de un año la Universidad Nacional del Nordeste registró, en las ciudades de Corrientes y Resistencia, más de 1200 casos de errores en la prescripción y suministro de medicamento. Esos errores guardan relación con las similitudes ortográficas y fonéticas, así como también con las semejanzas entre los envases. Diferentes instituciones desarrollan estrategias preventivas.

(12/9/07 – Agencia CyTA-Instituto Leloir. Por José Goretta – UNNE)– Un trabajo de investigación de la cátedra de Farmacología de la Facultad de Medicina, de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE), lleva registrados en poco más de un año más de 1200 casos de errores en la prescripción y suministro de medicamentos, en Corrientes y Resistencia. Algunos se producen por la similitud ortográfica o fonética en el nombre de los remedios, aunque también se relacionan con las presentaciones de los envases y las dosis recetadas.

La intención del trabajo realizado por la UNNE ha sido que los entes reguladores nacionales puedan corregir las imprecisiones detectadas y que las instituciones en las que se han encontrado errores frecuentes tomen conocimiento de la situación, para poder implementar medidas correctivas y preventivas, en un problema que es más frecuente de lo que se cree.

Los errores ocurren en cualquier sistema sanitario y en cualquiera de los eslabones de la cadena de la que forman parte los medicamentos: prescripción, dispensación, almacenamiento y distribución, entre otros.

Para evitar los errores, explica Mabel Valsecia, titular de la cátedra de Farmacología, ámbito en el que se lleva adelante la investigación, es necesario reconocer que existen y luego determinar dónde se originan, ya que un error potencial puede convertirse en real y afectar a los pacientes u ocasionar gastos innecesarios en el sistema de salud.

\”Aprender el manejo de nombres comerciales y genéricos es tanto o más complicado que saber un nuevo idioma\”, dice Valsecia. Como ejemplo menciona que para tener cierto manejo del idioma inglés se requiere conocer cerca de dos mil palabras, mientras que existen más de 30 mil nombres de medicamentos.

La gran cantidad de nombres, la letra poco legible de los médicos, la falta de comprensión de farmacéuticos y enfermeros, junto con imprecisiones o parecidos en el nombre de los medicamentos, y la similitud del etiquetado o de los envases (especialmente en las ampollas), posibilitan la aparición de errores en la prescripción, administración o dispensación. También suelen producirse inexactitudes en las dosis indicadas, indica el informe.

Hasta el momento quienes realizan la citada investigación llevan registrados más de 1200 casos, la mayoría informados en Corrientes, aunque también algunos en Resistencia, muchos de los cuales son habituales, por lo que pueden considerarse \”errores comunes\”, es decir, frecuentes y muy reiterados.

Lo interesante es que los errores hallados podrían prevenirse. Aquellos con similitud ortográfica, fonética o de presentación, se solucionarían con cambios indicados por parte de las autoridades competentes, indica el trabajo.

En vías de solución

Valsecia explica que las fallas por similitud fonética, ortográfica o de presentación son las más prevenibles por tratarse de errores en los listados de las farmacias, pero las restantes son más difíciles de detectar, ya que pueden cometerse en el trabajo diario de los médicos, los enfermeros, los farmacéuticos o por parte de los mismos pacientes, y una vez detectados requieren medidas locales para corregirlas.

En este sentido, la investigadora comenta que mediante el trabajo realizado se logró la elaboración de una ficha de notificación, en la que los médicos y otros profesionales, así como las farmacias, notifican de manera voluntaria los errores encontrados y proponen en cada caso soluciones para prevenir su repetición.

Otro logro en este sentido fue introducir la enseñanza de \”errores comunes de medicación\” en las cátedras de Medicina, Enfermería y Kinesiología de la Facultad de Medicina de la UNNE.

Existen grupos de investigación en errores en distintas instituciones de Argentina. \”En este momento estamos intercambiando resultados y realizando estrategias para prevenirlos. Se busca detectar el máximo de errores, para luego diseñar una política al respecto, no sólo en el plano local\” expresa Valsecia.

\”Pretendemos que se instale el tema de manera que se informen estos errores”, enfatiza Valsecia, quien acotó que estos estudios permitirán generar programas permanentes de notificación de errores médicos en hospitales y centros de salud del NEA.