Geólogos argentinos, investigadores del CONICET, afirman que la demanda de profesionales de su disciplina supera largamente a la oferta en nuestro país. Los geólogos son en su mayoría absorbidos por empresas privadas de minería, petróleo y muchas otras áreas, como estudios de recursos naturales y medio ambiente. Dicen que la Argentina no advierte la importancia de apostar a la ciencia y el conocimiento a la hora de potenciar un crecimiento genuino.

(26/7/07 – Agencia CyTA-Instituto Leloir. Por Bruno Geller) – Federico Dávila y Ricardo Astini, investigadores del CONICET y del Laboratorio de Análisis de Cuencas de la Universidad Nacional de Córdoba, pertenecen a los pocos grupos que estudian la relación entre el levantamiento de la cadena andina y la naturaleza de las cuencas sedimentarias que se originan y generaron en su entorno. A esta rama se la conoce como “análisis de cuencas o análisis de tectónica y sedimentación”.

Según los expertos, esa zona es considerada por la comunidad internacional como una ‘región modelo’ y el laboratorio natural donde ocurren procesos particulares que permiten establecer predicciones en contextos de tectónica de placas similares en otras regiones del mundo, así como también entender el comportamiento que tuvo la corteza terrestre en el pasado.

“Los Andes constituyen un laboratorio natural que no todos los países tienen la suerte de tener cerca ni accesible. Nosotros no contamos con laboratorios de alta tecnología ni infraestructura compleja pero sí tenemos la gran suerte de poder contar con los Andes, que son considerados el marco natural de las comparaciones y donde se miden velocidades de alzamiento, de erosión, de transporte y de sedimentación”, explican Dávila y Astini.

Los investigadores sostienen que su disciplina no está ampliamente divulgada en la sociedad. “Una razón de la ‘rareza de nuestro lenguaje’ es que incluso en la enseñanza secundaria no se ven contenidos de geología como se debería y que son comunes en otras partes del mundo donde se valora mucho más el conocimiento general. Así y todo, los Andes, que son el objeto central de nuestra investigación, son la razón fundamental de que Argentina haya tenido y aún tenga una escuela geológica muy importante y grupos de investigación que todavía brillan a nivel internacional”, enfatizan.

Dávila y Astini afirman que la geología es en estos momentos una de las carreras con mejor salida laboral y mejor paga y está enfrentando el problema de un país productivo en donde no egresan suficientes profesionales para satisfacer la demanda de empleo.

“Actualmente la Geología es una de las pocas carreras con pleno empleo y que se ha declarado de ‘interés público’”, coinciden los expertos.

La totalidad de los estudiantes son buscados desde los últimos años de su carrera por compañías mineras, petroleras y de servicios, pero también son requeridos en estudios de recursos naturales y paisajísticos, ecología y estudios de medio ambiente, saneamiento urbano, aguas subterráneas, patrimonio y sustentabilidad urbana en general, entre otros.

“Como no hay muchos egresados y dado que faltan geólogos para lo que actualmente el país necesita, la presión del mercado y la competencia es alta, por esa razón las compañías pagan sueldos altos”, explican Dávila y Astini y agregan: “Los sueldos de las instituciones universitarias y de ciencia y tecnología no alcanzan a competir con los de la industria privada, con la consecuente migración interna y el deterioro del sistema de Científico y Tecnológico en su conjunto”.

Desde el ámbito académico, competir con los sueldos del sector privado resulta difícil, dado que en la actualidad los valores del petróleo, gas y los metales en los mercados internacionales son los más altos de la historia. “Hoy en día, las empresas están contratando estudiantes de los últimos años, algunos de ellos tardan varios años en terminar de graduarse y algunos quizás nunca terminen”, coinciden los investigadores del CONICET.

“Por eso insistimos en que es un gran esfuerzo el de seguir apostando a la ciencia y el conocimiento en un país que no advierte esta circunstancia y su verdadero significado a la hora de potenciar nuestro crecimiento genuino”, concluyen los expertos, comprometidos con la investigación científica y la docencia.