A fin de que las ballenas no se desorienten por el ruido de los sonares y mueran al quedar varadas, crearon un torpedo con micrófonos que puede detectar sus llamadas para que los barcos no usen el sonar cuando están cerca de los cetáceos.

(16/5/07 – Agencia CyTA- Instituto Leloir. Por Bruno Geller) –En los últimos cuarenta años la polución acústica en los océanos es diez veces mayor a causa del incremento del transporte comercial global.

Varios expertos señalan que los sonidos más perturbadores son los que produce la prospección petrolera y de gas en el suelo marino mediante sonares militares de baja frecuencia, dispositivos que también son usados por los barcos para calcular distancias.

Al parecer, esas y otras fuentes de ruido subacuático generan sordera y otro tipo de lesiones que desorientan a algunos cetáceos, muchos de los cuales mueren al quedar varados.

A fin de proteger a las ballenas, la compañía estadounidense Webb Research construyó un robot submarino que determina sus posiciones a partir de la detección de las llamadas que emiten para comunicarse. Esa información sería clave para que los barcos no usen sus equipos ruidosos cuando las ballenas están cerca.

Según reveló la revista científica Nature, el robot submarino fue puesto a prueba en las Bahamas y demostró ser efectivo.

El robot, también llamado “planeador submarino”, se sumerge hasta 200 metros y tiene la forma de un torpedo con micrófonos que registran las llamadas de las ballenas.

En la actualidad, el torpedo funciona con baterías recargables de cerca de un mes de autonomía, pero futuras versiones podrán navegar durante cinco años empleando un gel especial de recarga.

El artefacto sale regularmente a la superficie para enviar señales de radio a una base, donde los técnicos interpretan la información para ubicar a las ballenas. Posteriormente, los datos se remiten a los barcos. Otra posibilidad que ofrece el invento es que la información puede hacerse llegar vía satélite a cualquier lugar del mundo.

“Estamos entrando a una nueva era de sensores submarinos”, señala Jim Theriault, del departamento de Investigación y Desarrollo del Ministerio de Defensa de Canadá, que participa en el proyecto. “Podemos poner un planeador en las Bahamas y monitorearlo en Nueva Escocia (Provincia marítima de Canadá)”, agrega el especialista.

Según las frecuencias y los patrones de las llamadas de las ballenas, los científicos pueden distinguir las especies de los cetáceos. “Podemos saber si se trata de una ballena picuda o de una ballena esperma”, destaca Theriault.

De acuerdo con los inventores, el robot acuático servirá para establecer cuáles son los ruidos y el nivel de intensidad que afectan a las ballenas y demostrar o refutar la asociación entre la actividad de los sonares y el varamiento de estos mamíferos acuáticos.