Al revés de lo que indicaría el sentido común, sentarse derecho no sería bueno para la columna. Según un nuevo estudio canadiense, la mejor manera de prevenir problemas de espalda es reclinarse ligeramente hacia atrás, respetando la curvatura normal de la columna. Especialistas argentinos coinciden en que la postura reclinada es la mejor alternativa para las personas sanas que pasan mucho tiempo sentadas.

(1/12/06 – Agencia CyTA-Instituto Leloir. Por Florencia Mangiapane) – Cuando la espalda está bien erguida la columna sufre, asegura un equipo de expertos radiólogos del Hospital de la Universidad de Alberta, en Canadá, encabezados por el doctor Waseem Amir Bashir, según un comunicado difundido esta semana por Scientific American.

En el último encuentro anual de la Radiological Society of North America celebrado en Chicago, el doctor Bashir presentó las conclusiones de un estudio de resonancia magnética practicado a un grupo de adultos sanos y sostuvo que sentarse con la espalda recta tensiona más a la columna que inclinarse ligeramente hacia atrás.

“Descubrimos que la posición reclinada es la postura ideal para sentarse, porque es la más similar a la posición relajada y neutra que tenemos las personas cuando descansamos”, explicó Bashir a Reuters Health.

Los adultos que participaron en el estudio, sin historial previo de dolor de espalda ni cirugía de columna, debieron sentarse de tres maneras diferentes: primero encorvados con los hombros hacia adelante; luego perfectamente erguidos; y por último, reclinados con la espalda en un ángulo obtuso respecto de las piernas.

Los especialistas canadienses practicaron al grupo observado una resonancia magnética posicional, novedosa técnica de diagnóstico que permite estudiar a los pacientes en distintas posiciones, y que está ganando terreno en el estudio de problemas de columna, lesiones musculares y traumatismos deportivos.

Bashir comentó que con la espalda rígida la persona corre el riesgo de dañarse la columna por el movimiento antinatural que se produce en los discos intervertebrales, ya que el cuerpo está luchando contra la gravedad. En cambio, al reclinarse respetando la curvatura normal de la columna con las piernas por debajo de la altura de la cadera, los músculos y tendones de la zona no hacen tanto esfuerzo, ni las vértebras sufren tanto. Como es de suponer, encorvarse sobre el escritorio fue confirmada como la peor de las alternativas posibles.

Consultado por Agencia CyTA, el doctor Jorge Fernández Candia, traumatólogo especialista en columna del Instituto Norberto Furman de Buenos Aires, señaló: “Para una persona joven que no tiene artrosis, es probable que una pequeña inclinación hacia atrás sea beneficiosa. El tema pasa por las cargas que soportan los discos vertebrales. Cuando uno está erguido, el cuarto y quinto disco cargan más peso. Y si nos inclinamos hacia adelante, aumenta la presión sobre los nervios y el canal medular”.

¿Cuál es la silla ideal entonces para adoptar la postura reclinada? El equipo de Bashir recomienda a las personas que trabajan muchas horas sentadas conseguir las que tienen un respaldo capaz de formar un ángulo de 135 grados con el asiento. Usar este tipo de asiento ayudaría a prevenir el dolor de espalda, y evitaría así tener que tratar el dolor tras años de mala postura.

“Hay que conseguirse un silloncito especial o una silla reclinable”, coincidió el traumatólogo Fernández Candia. “En el consultorio observo gente que viene con contracturas, sobre todo lumbares, por pasar mucho tiempo en la misma posición, no sólo profesionales, sino también quienes hacen viajes muy prolongados en auto o manejan mucho, como remiseros y taxistas”.

Fernández Candia recomienda en esos casos variar la posición: “Lo ideal cuando uno va a estar más de una hora sentado es cambiar de posición cada 20 minutos. Agacharse hacia adelante e inclinarse hacia atrás, hacer alguna rotación, aunque sea uno o dos minutos por hora, para descontracturar la zona”.

El especialista argentino advirtió, sin embargo, que la recomendación de sentarse reclinado no es válida para personas mayores con artrosis de cintura o canal estrecho: “En ese caso, si la persona se inclina hacia atrás, se comprimen los nervios ciáticos o los que desembocan en las piernas, porque con el paso del tiempo los discos van perdiendo su hidratación natural, más allá de que también influyen los genes -hay pacientes de 80 años totalmente sanos y otros de 40 que ya muestran los primeros signos de artrosis”.

“De todos modos, lo importante es saber que en las personas sanas la buena postura sostenida a lo largo del tiempo ayuda a prevenir este tipo de problemas”, concluye Fernández Candia.