Como científicos rusos pretenden lanzar el primer viaje tripulado a Marte, el Instituto de Problemas Médicos y Biológicos de Rusia va a realizar una misión simulada durante la cual cinco voluntarios estarán aislados en un lugar que reproduce el interior de una nave. El propósito es identificar las personalidades idóneas que permitan formar un grupo de astronautas capaz de lidiar positivamente con los conflictos en una futura expedición al planeta rojo.

(24-08-06 – Agencia CyTA- Instituto Leloir. Por Bruno Geller) – Pese a la violenta reducción de fondos dedicados a la investigación espacial, científicos rusos aún tienen la esperanza de mandar el primer viaje tripulado a Marte. Según The NewScientist de agosto, más de 70 personas se han presentado como voluntarios para ser confinados en una misión simulada a ese planeta. El objetivo es estudiar la dinámica social en viajes espaciales de larga duración.

Cinco del total de voluntarios serán elegidos para un viaje simulado que durará 520 días. Harán un viaje de 250 días hasta su “llegada a Marte”. Posteriormente, tres de ellos abandonarán “la nave” para un aterrizaje fingido en la superficie del planeta, que durará treinta días. Finalmente, la tripulación “regresará a la tierra”, tras un viaje de 240 días.

Sin embargo, aunque parezca mucho el tiempo del simulacro, un viaje real a Marte podría durar alrededor de 30 meses, casi dos veces la duración del viaje simulado.

El curioso medio a través del cual los voluntarios se comunicarán con el Centro de Control de “la misión” simulada será por e-mail.

La Agencia Espacial Rusa y la Agencia Espacial Europea habían llevado a cabo estudios similares, pero de una duración más limitada. En algunas oportunidades, los resultados de este tipo de experiencias no han sido alentadores. En el año 2000, un ruso trató de besar en dos ocasiones a una investigadora canadiense y dos rusos terminaron siendo partícipes de una pelea sangrienta.

“A pesar de tales conflictos, en este tipo de simulaciones falta el elemento real del peligro que es fundamental para comprender el modo en que las personas responden emocionalmente”, afirma David Musson, psicólogo de la Universidad McMaster, Canadá. El especialista considera que realizar estos estudios en la Antártida o en submarinos sería una forma más realista de recrear experiencias de aislamiento de larga duración similares a las que se dan en el espacio.

A pesar de las críticas que pueden surgir en relación a los viajes simulados, varios expertos coinciden en que tales experiencias constituyen un medio útil para entender la dinámica interpersonal de los astronautas. Asimismo, consideran que es un ejercicio necesario que los entrena para futuras expediciones de larga duración.