Las pinzas de las arañas de mar desvelan a los biólogos. Cuando la polémica por la ubicación de estos animalitos en el árbol de la evolución parecía terminada, un nuevo estudio vuelve a encender la discusión. ¿Son fósiles vivientes de una especie extinguida hace millones de años o apenas parientes cercanos de las arañas comunes y silvestres?

(31/05/06 – CyTA – Instituto Leloir. Por Florencia Mangiapane) – Las arañas de mar son un rompecabezas de difícil solución para los científicos. Hace años que se debate sobre su evolución y la relación que presentan con las arañas convencionales. Todas las discusiones giran en torno a un rasgo peculiar de estos artrópodos marinos: todavía no se ha podido dilucidar por qué las pinzas prensoras les brotan del frente de la cabeza, en vez de salirles de la parte central, como sucede con el resto de las arañas y los escorpiones.

En octubre pasado, las dudas parecieron acallarse cuando un equipo de biólogos de Harvard planteó que estos singulares bichos serían fósiles vivientes de una especie de artrópodos de las mismas características, extinguida hace 500 millones de años. Para los investigadores, las arañas de mar habrían conservado de sus antiguos parientes un segmento de cabeza adicional, adornado con apéndices. Estudiando larvas de arañas marinas, los biólogos habían comprobado que los nervios que controlan estas piezas están conectados con la parte frontal del cerebro y no con el centro, como en las arañas comunes.

Ahora, científicos de la Universidad de Pierre y Marie Curie, de París, llegaron a una conclusión diferente. Dicen que las pinzas frontales de las arañas de mar serían apenas una versión modificada de las pinzas de las arañas actuales, y no apéndices que datan de tiempos remotos, según informó Science Now.

Michaël Manuel y sus colegas estudiaron un gen, de nombre “Deformado”, que estimula el desarrollo de las pinzas en los arácnidos. Y comprobaron que está activo tanto en las arañas comunes como en las de mar, lo que sustentaría su estrecha relación.

“La extraña ubicación de los nervios de la pinza puede ser fruto de una reorganización del cerebro a lo largo de la evolución de la araña de mar, y no estaría vinculada con un segmento extra de la cabeza perdido por todas las demás especies de artrópodos”, explican los investigadores en el trabajo, publicado el pasado 25 de mayo en la prestigiosa revista Nature.

El debate se volvió a encender. Queda por contestar la pregunta del millón: qué pasó con los apéndices frontales primitivos, que de hecho se hallaron en fósiles de antiguos artrópodos. Amy Maxmen, principal autora del trabajo anterior, no da el brazo a torcer. “Sólo basándose en el hecho de que ambas arañas comparten un gen, es prematuro afirmar que las pinzas frontales de las arañas de mar evolucionaron a partir de las típicas pinzas de las arañas comunes”, comentó a Science Now.