En la nota anterior nos referimos al cobre pero los oligoelementos son muchos más, como el Yodo (I), el Zinc (Zn), el Manganeso (Mn), el Cobalto (Co), el Molibdeno (Mo), el Selenio (Se) y el Fluor (F).

El zinc (Zn)

(CyTA-Instituto Leloir- María Cristina Chaler) – Los 4 gramos de este mineral esencial que tiene el ser humano en su cuerpo se mantienen con una ingesta diaria de 15 mg diarios.

Alimentos que lo contienen son:

  • Carnes.
  • Pescados.
  • Mariscos.
  • Hígado.
  • Leche.
  • Huevos.
  • La presencia de aminoácidos como la lisina, cisteina y glicina favorecen su asimilación, es decir que las proteínas colaboran con la absorción de este mineral que es esencial para la vida.

    La mayor proporción de zinc se absorbe en el yeyuno –segunda porción del intestino delgado de los mamíferos, situada entre el duodeno y el íleon– y en menor cantidad en el duodeno e íleon.

    Se une a una proteína llamada metalotioneina (MTs) que favorece su captación junto con la del cobre. Estas proteínas son de bajo peso molecular y tienen la capacidad de ligarse a metales como el cobre y el zinc; se expresan en casi todos los tejidos y hay varios tipos de ellas. No se conoce la totalidad de sus funciones pero se sabe que intervienen en mantener el equilibrio de estos dos metales y aparecen durante la inflamación y el stress.

    En el plasma sanguíneo, el zinc es transportado por albúminas en alrededor del 80 por ciento y se cree que el sitio de transporte compite con el cobre de modo que el exceso de este elemento interfiere en la asimilación del otro.

    Eliminado a través del jugo pancreático y por las heces, este mineral forma parte de muchas enzimas metabólicas (catalizadores biológicos) como:

  • La anhidraza carbónica: tiene la función de convertir el dióxido de carbono (CO2) en bicarbonatos (HCO3-) y protones. Mantiene el equilibrio acido base en sangre y tejidos. El sitio activo de esta enzima posee al ión zinc (Zn++).
  • La fosfatasa alcalina: es una enzima que se encuentra en muchos tejidos y en mayor concentración en el hígado y en el hueso. Tiene la función de romper (hidrolizar) las uniones fosfatos en medio alcalino. Su aumento de concentración es la clave de detección de determinadas enfermedades.
  • Superóxido dismutasa: es la enzima antioxidante por excelencia que ataca a los radicales libres y previene enfermedades.
  • Alcohol deshidrogenasa: degrada el alcohol etílico y lo transforma en aldehído.
  • Timina quinasa: son enzimas capaces de transferir grupos fosfato del ATP, es decir que intervienen en el intercambio de energía química del metabolismo.
  • El zinc forma parte de una proteína que se une al ADN y recibe el nombre de “dedos del zinc” por la forma que adquiere en el espacio –contiene un átomo de zinc cada 30 aminoácidos–, se cree que está asociada a hormonas de crecimiento.

    En la saliva el zinc forma parte de una metalo proteína, llamada gustina, que interviene en la captación de los sabores.

    Su déficit

    La falta de este mineral trae caída de cabello, problemas de piel, pústulas y diarreas. Se cree que en los niños y jóvenes provoca déficit de memoria, falta de coordinación y trastornos de conducta.

    También es uno de los causantes del hipogonadismo, que es una enfermedad donde las glándulas sexuales segregan pocas hormonas y ello es detectable porque las características sexuales secundarias no se desarrollan correctamente y tiene como consecuencia más directa la infertilidad.

    Su exceso

    Así como la presencia de este mineral es de gran necesidad, su exceso resulta muy tóxico e interfiere en el metabolismo de otros minerales. Ya mencionamos que compite con el cobre para ser transportado en el plasma, de modo que interferirá las funciones del cobre y muchas funciones metabólicas más.

    El Cuerpo Humano es un gran laboratorio que mantiene sutiles equilibrios, aunque la alteración de los mismos puede provocar enfermedades.

    Es nuestra responsabilidad conocerlo para cuidarlo.